Datos sobre el ataque del ISIS en la prisión de Hesekê

El ataque a la prisión llevado a cabo por el ISIS en coordinación con el estado turco es la última señal del resurgimiento del grupo terrorista.

Tras el ataque del ISIS el 20 de enero contra la prisión de Sinaa, donde se encuentran alrededor de 4.100 detenidos en el barrio de Xiwêran (Gweiran) de Hesekê, se ha vuelto a plantear la cuestión de los miembros encarcelados del ISIS.

Después de que la presencia militar del ISIS en el distrito de Baxoz (Baghouz) de Deir ez-Zor terminara en marzo de 2019, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) arrestaron a casi 11.000 miembros del ISIS.

Mientras tanto, 70.000 personas, que son familias e hijos de miembros del ISIS, están recluidas en campamentos en el noreste de Siria.

4.100 mercenarios que componen la fuerza armada del ISIS se mantienen en la prisión de Sinaa en el barrio Xiwêran de Hesekê.

Además, aproximadamente 700 niños y niñas de menos de 18 años, llamados Eşbal-i Xilafe (Cachorros del Califato) que recibieron entrenamiento militar por parte del ISIS están recluidos en un centro de rehabilitación en un bloque diferente en la región de Xiwêran.

La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) y las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) han emitido varios llamamientos para el enjuiciamiento de los miembros de ISIS que son ciudadanos de 54 países diferentes y su regreso a sus países de origen. Sus llamadas no han sido respondidas hasta el momento.

¿Qué se hizo en los pultimos 3 años para procesar a los miembros del ISIS?

¿Qué se ha hecho en el noreste de Siria para el juicio de los miembros del ISIS en cuestión durante los últimos tres años desde que fueron capturados en Baxoz y arrestados? La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria y las SDF han hecho dos propuestas con este fin.

La primera propuesta fue el establecimiento de un tribunal internacional para procesar a los miembros del ISIS en los lugares donde cometieron crímenes de guerra (en particular, Kobanê y Shengal).

El segundo fue la repatriación de los miembros del ISIS a los países de los que son ciudadanos donde pueden ser juzgados de acuerdo con sus propias leyes y sometidos a sanciones penales.

Sobre esta base, el Centro de Estudios Estratégicos de Rojava (NRLS) organizó un foro internacional en el distrito Amûdê de Qamishlo en julio de 2019.

Sin embargo, no se ha dado ninguna respuesta oficial a las llamadas de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria y las SDF, aparte de unos pocos países (que solo aceptaron a los niños).

Preguntas por responder aún

Hay varias preguntas que quedan por responder después del último ataque del ISIS en Hesekê y los ataques turcos simultáneos contra Shengal, Til Temir, Ain Issa y Kobanê.

La primera pregunta es: "¿Hubo una debilidad de inteligencia y seguridad y, de ser así, fue debido a las SDF?".

Según la información obtenida, Francia, miembro de la Coalición Internacional contra ISIS, tiene la tarea de recopilar y analizar la inteligencia de la región, compartir datos con las instituciones necesarias y tomar las medidas necesarias.

El intercambio de inteligencia se llevó a cabo en coordinación con las SDF. Sin embargo, se informa que últimamente ha habido deficiencias en este intercambio.

Inglaterra, uno de los principales socios de la Coalición, fue responsable de la seguridad interna de la prisión junto con las SDF. Por lo tanto, Inglaterra se encargó de prevenir una posible rebelión, fuga o ataque que pudiera tener como objetivo la seguridad interna de la prisión.

Hubo varios intentos de liberar a los miembros del ISIS en la prisión en cuestión, pero estos intentos fueron frustrados por las SDF.

El último ataque se llevó a cabo para liberar a estos miembros del ISIS y enviarlos a diferentes partes de la región y el mundo. Si el ataque hubiera tenido éxito, la humanidad se habría enfrentado una vez más a la brutalidad del ISIS.

El propósito del ISIS era establecer el dominio en la región

Según la información recibida de los oficiales de las SDF, el propósito de ISIS no era “solo liberar a los combatientes encarcelados”. El objetivo principal era “establecer el dominio militar sobre un área desde Hesekê hasta Raqqa y Deir ez-Zor junto con los mercenarios de Serêkaniyê, Girê Spî e Irak después de rescatar a los combatientes encarcelados en Hesekê”.

La prisión de Sinaa, que está designada como "una granada de mano sin alfiler" para el noreste de Siria y la región, es considerada como "un grupo de reclutamiento para los combatientes de ISIS" por el estado turco y el Ejército Nacional Sirio (SNA) respaldado por Turquía.