El autorretrato con "cepillo de dientes" de un refugiado kurdo

Premian la obra del artista Mostafa Azimitabar, un kurdo que huyó de Irán y fue liberado hace un año de una de las famosas "residencias" para inmigrantes de Australia.

Un refugiado kurdo retenido durante ocho años en el duro sistema de inmigración australiano obtuvo el jueves un puesto de finalista en el principal premio de arte del país, por un autorretrato que pintó con un cepillo de dientes.

Para el artista Mostafa Azimitabar, un kurdo que huyó de Irán, el honor vino de la mano de la persecución, poco más de un año después de haber sido liberado de una de las famosas residencias para inmigrantes de Australia.

Dijo a la AFP que ser finalista del Archibald -un premio de retratos valorado en 100.000 dólares australianos (72.192 dólares), que ha sido concedido a algunos de los artistas más estimados de Australia- fue "uno de los mejores momentos de mi vida".

El autorretrato de Azimitabar lo pintó con un cepillo de dientes, una técnica con la que empezó a experimentar en 2014, poco después de ser internado en uno de los campos de detención de inmigrantes australianos en la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea.

"Le pregunté a uno de los oficiales de Manus: '¿Me puedes dar un poco de pintura?'... Me gustaría hacer alguna obra de arte porque no quiero rendirme", recordó.

Después de que el oficial dijera que podría comerse la pintura para autolesionarse, un Azimitabar frustrado volvió a la habitación que compartía con docenas de hombres.

Sobre una mesa, vio una taza de café y un cepillo de dientes.

"No sé qué pasó... ese momento fue muy especial para mí. Cogí el cepillo de dientes, lo metí en el café y lo arrastré (sobre un papel)", dijo, describiendo esto como su "momento de victoria".

KNS088

El autorretrato de Azimitabar se titula "KNS088", el número de identificación gubernamental que le dieron durante sus ocho años de detención.

Dijo que la pintura era un recordatorio de que era una persona, no un número.

"El arte y la pintura me ayudaron a ser fuerte, a seguir adelante. Porque cuando pinto, no siento ningún trauma", dijo.

El ACNUR ha pedido en repetidas ocasiones a Australia que cierre sus campamentos, afirmando que "socavan los derechos de las personas que buscan seguridad y protección y perjudican considerablemente su salud física y mental".

Sin embargo, cuando fue trasladado al territorio continental de Australia para recibir atención médica e ingresado en un hotel de detención, a Azimitabar le resultó difícil hacer arte.

Los hoteles de detención de Australia, que fueron noticia en todo el mundo a principios de este año cuando la estrella del tenis Novak Djokovic fue recluido en uno de ellos durante su disputa por el visado, eran "peores que Manus", dijo.

Luego, el 21 de enero de 2021, sin apenas avisar ni dar explicaciones, fue liberado.

La vida después de la detención

Azimitabar recibió un visado puente de seis meses, que le permitía trabajar, pero no estudiar, acceder a la asistencia social o solicitar ayudas para el alojamiento.

Desde que fue puesto en libertad, ha intentado construir una vida en Australia, trabajando en una organización benéfica llamada ReLove.

"Proporcionamos muebles gratuitos a personas (que huyen) de la violencia doméstica, o a personas que han pasado por muchos traumas", dijo.

También ha pintado mucho, pero descubrió que las herramientas tradicionales no le inspiraban tanto como el cepillo de dientes.

"Este cepillo de dientes es un muy buen amigo mío", dijo.

Azimitabar quería que su autorretrato captara el "sufrimiento, la tristeza y la fuerza" de la vida como refugiado.

Espera que ser nombrado finalista de Archibald permita a más australianos entender que los refugiados son capaces de todo.

"Creo que la gente me ve como un superviviente", dijo.

El ganador del Premio Archibald de este año se anunciará el 13 de mayo.