El periodista Steve Sweeney: "La OPAQ nos ha vuelto a cerrar la puerta en las narices"

El periodista Steve Sweeney fue uno de los miembros de la delegación británica a la que se le impidió llegar el martes a la sede de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya. 

El periodista Steve Sweeney fue uno de los miembros de la delegación británica a la que se le impidió llegar el martes a la sede de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya. 

La delegación había solicitado una cita con la OPAQ, pero en realidad ni siquiera pudieron llegar a esta.

"Intentamos por todos los medios llegar desde Reino Unido, pero como suele ocurrir, el destino conspiró contra nosotros", dijo Sweeney a los activistas que esperaban a la delegación frente a las oficinas de la OPAQ.

Sweeney señaló que, de hecho, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, debería haber estado en La Haya, en lugar de la delegación, ya que " tendría que enfrentarse a cargos por crímenes de guerra.  Y el hecho de que no esté aquí no es un desafortunado accidente, no es por circunstancias ajenas a nuestro control, sino que es deliberado. Se debe a que las potencias imperialistas mundiales están confabuladas para mantenerlo al margen, ya que actúa como representante de la OTAN en Siria e Irak".

Sweeney dijo que ha "pasado más de un año documentando los crímenes cometidos por el Estado turco en el Kurdistán iraquí. He sufrido bombardeos, disparos y amenazas.

He conocido a aldeanos expuestos a armas químicas, a médicos que han sido amenazados para que guarden silencio, sus informes periciales han sido confiscados y alterados.

He visto a las fuerzas del KDP y a los soldados turcos trabajando juntos, he escuchado los informes de las amenazas que han hecho a los aldeanos kurdos, he documentado los testimonios de un pueblo que vive con miedo a los bombardeos diarios, he visto los pueblos fantasmas cuando miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares.

He recogido muestras de tierra, ropa y pelo de aldeanos kurdos, he visto y sentido las marcas de quemaduras en sus cuerpos, he recogido imágenes de ataques químicos y he visto con mis propios ojos la magnitud de la ocupación militar turca del Kurdistán".

El martes, Sweeney tenía previsto entregar su informe a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, la OPAQ, y entregar una carta exigiendo que se envíe un equipo de investigación a la región para llevar a cabo las investigaciones.

"Iba a entregarles las muestras que he recogido en la región para que puedan realizar pruebas que determinen la presencia de sustancias químicas prohibidas. He reunido imágenes de lo que creo que son ataques químicos en los túneles de la guerrilla y en otros lugares del Kurdistán iraquí.

Pero una vez más la OPAQ nos ha cerrado la puerta en las narices. Al negarse a reunirse y recibir mis pruebas han demostrado una vez más que no son más que una herramienta de las potencias imperialistas".

La OPAQ ha ignorado las cartas de las organizaciones kurdas, ha desestimado los llamamientos de los políticos y se niega incluso a reconocer las súplicas de las mismas personas a las que se creó para proteger.

"Esta organización politizada y secreta bloqueó mi acreditación de prensa para su conferencia anual el año pasado y se negó a decirme por qué", dijo Sweeney.