İsmail Parmaksız: “El PKK fue una fuente de esperanza para nosotros”

Hablamos con İsmail Parmaksız, uno de los kurdos que llegaron a Berlín en 1972 y revolucionario desde 1976.

Parmaksız ha contado que empezaron a trabajar con los kurdos en 1977 utilizando los documentos ‘Entendamos el camino correcto’ y ‘Masacre de Maras’. Ha descrito esos días como “un periodo difícil pero importante”.

Llegó a Berlín en 1972, se concentró en la cuestión kurda e investigó los movimientos kurdos durante sus años escolares en 1976-77.

Parmaksız ha hablado de su encuentro con los revolucionarios del Kurdistán de la época de la siguiente manera: “En 1977, como revolucionarios del Kurdistán, nos involucramos en actividades democráticas. Empezamos con los dos documentos que teníamos en nuestras manos. Uno de ellos se llamaba ‘Entendamos el camino correcto’ y el otro ‘Masacre de Maraş’. Eso era todo lo que teníamos. Los documentos llegaban y los preparábamos como textos, luego llegó el Manifiesto de Abdullah Öcalan. Tuvimos debates entre nosotros, concentrándonos en el Manifiesto, y formamos un grupo. Fueron tiempos difíciles para nosotros, pero también muy valiosos”.

Señalando que aceleraron su trabajo tras el anuncio de la creación del PKK, Parmaksız ha dicho: “Allí donde veíamos gente que hablaba en kurdo, íbamos a hablar y a mantener conversaciones. Íbamos de casa en casa. Nos reuníamos y debatíamos con todos los que veíamos hablar en kurdo. El PKK era una esperanza para nosotros. Veíamos la victoria en el PKK. No había vida sin el PKK”.

Tras el golpe de estado del 12 de septiembre de 1980, cientos de personas se vieron obligadas a exiliarse. Sobre este hecho, Parmaksız ha comentado: “Lo pasamos mal tanto en el país como en Europa, pero no nos detuvimos. En aquella época, había acciones centrales. Éramos muy pocos, pero continuamos nuestra lucha aumentándola”.

Recordando que en la década de 1990 hubo asesinatos, quemas de pueblos y evacuaciones en el Kurdistán, Parmaksız ha continuado: “La resistencia crecía y el Estado aterrorizaba al pueblo. Estas dos cosas se reflejaban en nosotros, los kurdos que vivíamos en el exilio. Era impensable que nos quedáramos callados ante toda la violencia del Estado turco y comenzaron las protestas. Además, Alemania también apoyaba y armaba al Estado turco. Comenzaron las protestas democráticas contra el Estado turco”.