¿Qué debemos hacer ahora?

Selahattin Erdem escribe sobre las elecciones del 28 de mayo y la forma de abordarlas.

Hay serias amenazas contra el pueblo kurdo. Es posible que surjan nuevos ataques contra los kurdos y las kurdas. Por lo tanto, es necesario estar preparados y preparadas para desarrollar la resistencia contra todo tipo de ataques.

Tres alianzas principales se presentaron a las elecciones del 14 de mayo en Turquía. Se llaman "Alianza del Trabajo y la Libertad", "Alianza de la Nación" y "Alianza Popular". Por supuesto, no hubo elecciones justas e igualitarias y la votación tuvo lugar en un entorno de graves presiones y fraudes.

El mapa político revelado por el resultado de las elecciones parlamentarias mostró que existen tres tendencias políticas básicas en Turquía. En las costas mediterránea y egea y en las ciudades más grandes, la Alianza de la Nación, que promueve una "democracia europea", fue la más votada. En el Kurdistán Norte, la Alianza Trabajo y Libertad, y más concretamente el Partido de la Izquierda Verde (YSP) que pretende democratizar Turquía basándose en la libertad de los kurdos y las kurdas, ganó las elecciones. En el resto del país, la fascista, colonialista y genocida Alianza Popular quedó primera.

Como resultado de las elecciones del 14 de mayo, marcadas por la represión gubernamental y el fraude electoral, la Alianza Popular ganó la mayoría del Parlamento. Así, en el próximo periodo, las leyes y proyectos de ley del parlamento serán elaborados por la Alianza Popular. Además, continuará el sistema presidencialista creado por Tayyip Erdoğan y Devlet Bahçeli. Si Erdoğan es elegido presidente en las elecciones del 28 de mayo, formará un nuevo gobierno. En otras palabras, el Gobierno de Erdoğan y la Alianza Popular gobernarán tanto a los kurdos y a las kurdas como a toda Turquía en el periodo postelectoral.

Sin embargo, más del 60 por ciento de los kurdos y de las kurdas votaron al YSP en las elecciones parlamentarias. Más del 70 por ciento de ellos y de ellas votaron al candidato presidencial de la Alianza de la Nación, Kılıçdaroğlu. Una amplísima mayoría rechazó a la Alianza Popular y a Erdoğan. ¿Qué ocurrirá ahora ante una votación tan evidente? Es seguro que en los próximos meses y años, la Alianza Popular y Erdoğan, que fueron rechazados por el 70 por ciento de los kurdos, ¡gobernarán a los kurdos! Entonces, ¿es esto aceptable? ¿Aceptarán los kurdos y las kurdas ser gobernados por Erdoğan y la Alianza Popular, a quienes rechazaron con sus votos? ¿Se puede culpar a los kurdos y a las kurdas si no quieren ser gobernados por una administración que votaron para derrocar? ¿Qué dirían de esta situación los Estados que han sometido a los kurdos y a las kurdas a la dominación de los gobiernos turcos durante cien años, y han aprobado y apoyado todo tipo de masacres y genocidios contra ellos y ellas?

Es seguro que los electores que votaron por la Alianza de la Nación pueden vivir bajo el gobierno de Erdoğan y la Alianza Popular, aunque sean reacios y tengan algunas objeciones a hacerlo. De hecho, no hay serias diferencias ideológicas entre ellos. Pero los kurdos y las kurdas que votaron al Partido de la Izquierda Verde (YSP) nunca aceptarán vivir bajo una administración así. Se opondrán y lucharán contra este gobierno en nombre de la libertad y la democracia. Y si lo hacen, ¿se les puede culpar por ello? Obviamente, no se les puede culpar.

Entonces, ¿qué debemos hacer ahora? En primer lugar, el pueblo kurdo y sus instituciones políticas democráticas deben declarar abiertamente a la opinión pública que no aceptarán de ninguna manera un gobierno antikurdo. Sin ninguna apatía política, debemos organizarnos y unir fuerzas para desarrollar la lucha por la libertad y la democracia contra la dictadura fascista del AKP-MHP de una manera más fuerte en todos los campos. En resumen, debemos prepararnos para una lucha antifascista mucho más fuerte. Además, debemos aprovechar todas las oportunidades para criticar a los Estados que establecieron este sistema genocida hace un siglo y hacer esfuerzos para que dejen de avalar el genocidio kurdo.

Sin duda, se trata de objetivos clave y a largo plazo. Pero hay otra cosa que podemos hacer antes de alcanzarlos. Debemos hacer que Erdoğan pierda las elecciones del 28 de mayo prestando más atención a la votación de la segunda vuelta y trabajando con una movilización más eficaz. Debemos derrocar la dictadura fascista de Erdoğan completando el éxito electoral que, como pueblo kurdo, obtuvimos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

Sin duda, una victoria de Kılıçdaroğlu puede no allanar el camino hacia la democratización. Sin embargo, la derrota de Erdoğan aportaría mucho en términos de desarrollo de una lucha democrática antifascista. Esto significa que es necesario movilizarse para las elecciones del 28 de mayo y trabajar por Kılıçdaroğlu para hacer perder a Erdoğan.

Porque tras el resultado electoral del 14 de mayo, quién ganará las elecciones presidenciales ha cobrado mucha más importancia. En un Parlamento donde la Alianza Popular tiene la mayoría, quién será el próximo presidente es muy importante. Si Erdoğan vuelve a ser presidente, sin duda se producirá un ataque y una masacre más graves contra los kurdos. La fuerte opresión, persecución, terror, masacre y genocidio de los últimos ocho años continuará y aumentará. La presidencia de Kılıçdaroğlu equilibraría un poco la mayoría fascista en el Parlamento y impidiendo que las masacres fascista-genocidas se desarrollen más, aunque no pueda hacer nada serio para cambiar el régimen.

Por lo tanto, las elecciones del 28 de mayo son más importantes que las del 14 de mayo. Tenemos que ver esto y actuar en consecuencia. Para derrocar la dictadura fascista de Erdoğan y crear un terreno más favorable para la lucha por la democracia, debemos ocuparnos de las elecciones del 28 de mayo y derrotar a Erdoğan. El futuro de la libertad kurda y la democratización de Turquía dependen de este resultado.

Es obvio que los efectos de la victoria de Erdoğan no se limitarán al Kurdistán Norte. Incluso antes de las elecciones del 28 de mayo, el ejército iraquí entró en acción y sitió el campamento de refugiados de Makhmur en Bashur (Kurdistán iraquí), uno de los centros más importantes del patriotismo kurdo. Es indiscutible que este ataque se llevó a cabo como consecuencia de las presiones y exigencias de la administración fascista-genocida del AKP-MHP. Parece que si Erdoğan se convierte en presidente, los ataques contra Bashur y Rojava (Kurdistán sirio) se intensificarán aún más. No sólo la administración fascista AKP-MHP, sino también los gobiernos iraquí y sirio tendrán que escalar las tensiones como resultado de la presión turca. Al igual que la administración iraquí, la administración siria podrá lanzar un ataque contra el noreste de Siria, especialmente ahora que podría apoyarse en su reciente reconciliación con la Liga Árabe.

Es evidente que existen graves amenazas contra el pueblo kurdo y un proceso peligroso. Es posible que surjan nuevos ataques contra los kurdos y las kurdas. Por lo tanto, es necesario estar preparados y preparadas para desarrollar la resistencia contra todo tipo de ataques. Porque la única manera de que los kurdos y las kurdas existan y vivan libremente es resistiendo y acabando con los ataques genocidas. Es imposible para los kurdos y las kurdas mantener su libertad de otra manera que no sea mediante la resistencia y la victoria.

Alabamos y celebramos la resistencia histórica del pueblo de Makhmur, especialmente de sus mujeres y jóvenes, contra los ataques iraquíes. Queremos que sepan que no están solos, y que todo el pueblo kurdo está a su lado. Deseamos que crean de todo corazón que vencerán resistiendo y que continúen esta resistencia histórica por la humanidad y la libertad hasta el final.

Artículo publicado en Yeni Özgür Politika.