Martina Hedrenius, Lovisa Pettersson y Nilsson Jacobi, de la asociación juvenil socialdemócrata sueca (SSU) de Estocolmo-Kungsholmen, han criticado duramente al gobierno sueco en un artículo publicado el viernes en el periódico ETC por su política con Turquía.

A pesar de estar bajo amenaza de invasión, los jóvenes declararon que Rojava es uno de los pocos ejemplos en los que se implementan políticas feministas y progresistas en Oriente Medio, y que la administración de Rojava, donde las mujeres tienen una representación del 40 por ciento, está luchando contra el ISIS, Al Qaeda y otras organizaciones fascistas.

La SSU también ha llamado la atención sobre el hecho de que en enero de 2018 el Estado turco comenzó la invasión de Afrin, y subrayado el sistema de autoadministración que gobierna en Rojava y el norte y el este de Siria.

Después de que el ejército turco invadiera Afrin, dicen los integrantes de la organización juvenil, la gente fue masacradas, las mujeres reducidas a esclavas sexuales y las propiedades y casas del pueblo fueron saqueadas por mercenarios alimentados por el Estado de turquía.

La SSU ha criticado el silencio del gobierno sueco sobre las amenazas turcas de invadir Rojava y ha subrayado que “vender armas suecas a Turquía no muestra el nombre de Suecia como un país que trabaja para garantizar la paz en el mundo”.

La SSU ha pedido al gobierno sueco que “revise su política hacia Turquía y deje de vender armas al régimen de Erdogan, y que haga todo lo que esté en sus manos para evitar una invasión en Rojava”.