Relato del horror por un niño yazidí secuestrado

Mervan Salih fue secuestrado por el ISIS cuando tenía 9 años durante el genocidio contra el pueblo yazidí perpetrado por el ISIS en 2014. Mervan afirma que nunca olvidará aquel tiempo ni la maldad de sus captores.

La violencia del ISIS al principio planteó una grave amenaza para toda la humanidad. El ISIS tiene militantes armados en Oriente Medio y alrededor del mundo, lo cual muestra claramente que el ISIS es una organización terrorista internacional.

La mayoría de la lucha contra el ISIS se desarrolla en Oriente Medio, particularmente en Iraq y Siria. Durante el auge del ISIS diferentes comunidades, minorías religiosas y étnicas han sido especialmente sometidas a la violencia del ISIS, específicamente, el 3 de agosto de 2014, la comunidad yazidí, en la región de Sinjar, fue masacrada por la organización terrorista.

Han pasado años desde la masacre, aún así, el pueblo yazidí no ha olvidado aquel fatídico día. Miles de personas yazidíes fueron masacradas, miles de mujeres yazidíes fueron secuestradas por el ISIS. Unas pocas cientos de mujeres consiguieron escapar más tarde. También hay niños entre las personas liberadas del ISIS.

Mervan Salih, de 13 años, es uno de aquellos niños. Mervan tenía 9 años cuando fue secuestrado por el ISIS y no ha olvidado lo que le pasó. Mervan ha descrito como fue la experiencia de estar secuestrado y en manos del ISIS.

“Cuando llegaron y comenzaron el asalto contra Sinjar, huimos de nuestra aldea para buscar refugio en las montañas cercanas. Yo, junto con mi padre, madre y hermanos nos fuimos de Solak, nuestra aldea. Mi otra hermana y hermano consiguieron escapar del ISIS. De repente, un vehículo armado se detuvo frente a nosotros. Nos preguntaron quienes éramos, cuando se dieron cuenta de que éramos yazidíes, nos obligaron a entrar en los coches. Separaron a las mujeres adultas del resto. Nos llevaron a mi, a mi madre y a mi hermano a otro lugar. Nos juntaron en una escuela de Tal Afar y más tarde nos llevaron a una prisión llamada Badushe. Ahí había muchas yazidíes secuestradas, pero no había hombres adultos, solo mujeres, niñas y niños. Dijeron que se casarían con las mujeres y me llevaron a Siria.

De camino a Tal Afar mi madre pudo escapar. Mi hermano mayor dijo que había conseguido escapar con éxito. No era consciente de que se escaparía. No sabíamos porque ni a donde nos llevaban. Pero teníamos miedo de ellos, por lo tanto no podíamos ni hablar ni hacer preguntas. Nos golpeaban constantemente”, relata Mervan.

Los niños yazidíes secuestrados fueron entrenados por el ISIS para convertirse en combatientes. Videos de brutales asesinatos fueron mostrados en los medios. Mervan continúa su relato de aquel tiempo:

 “Nos obligaron a leer el Corán y rezar. Nos entrenaron en el manejo de armas. Había niños de 7 u 8 años. Había tres centros de entrenamiento. Mi primo y algunos de sus amigos también estaban allí. Nos obligaron a hacer cualquier cosa que nos pidiesen. Decapitaron a unas personas en frente de nosotros, lo hicieron deliberadamente para intimidarnos. Estábamos aterrorizados, pero no podíamos decir ni  una palabra. No teníamos más opción que mirar. No hacíamos preguntas. Los encargados del entrenamiento siempre iban con las caras cubiertas. Fuimos llevados a una batalla pero no nos dijeron donde era. Fui herido durante el combate. Nos pusieron en la línea de frente, incluso por delante de los combatientes del ISIS. Fui trasladado al hospital de campaña cuando fui herido. Tras dos meses de entrenamiento y combate, fui vendido como un esclavo en el mercado. Nunca sabíamos por que precios nos vendían.

Hacía el trabajo más duro para las personas que me compraron. Traía cualquier cosa que me pedían. No recuerdo cuanto tiempo estuve ahí. Luego fui vendido a otro individuo. Me obligaban a hacer todo el trabajo para ellos, en total fui vendido 11 veces a personas diferentes. Les hacía té y limpiaba los suelos. Ellos continuaron enseñándome videos del ISIS decapitando a personas. La mayoría de ellos tenían cámaras de vigilancia, sabíamos que no se fiaban de nosotros. Vivía solo en una habitación separada, y me llamaban cuando me necesitaban”.

Mervan fue liberada del ISIS en 2018, cuando habla de aquellos oscuros días bajo el control del ISIS, es como si la tragedia se repitiese delante suya, pero se muestra agradecido por haber sido liberado.

 “Cuando escapé del ISIS, viví en el desierto durante un tiempo. Cuando me encontró un combatiente de las YPG, se me acercó y me preguntó quien era. Le dije que era un yazidí que escapaba del ISIS. Entonces me llevó a un lugar en el que vivía, me preparó comida y me dio ropa. Después, me quedé con él durante 5 días, y me llevaron a un lugar seguro. Cuando llegaron los demás combatientes de las YPG, me dijeron que me llevarían con mis familiares. Gracias a ellos hoy vuelvo a estar con mi familia”, añade Mervan.