Ataque en la prisión de Sine: 20 presos, incluido Panahi, heridos

Los guardias atacaron a los prisioneros en Sine (Sanandaj) y los reclusos, incluido Ramin Hossein Panahi, resultaron heridos

Según las informaciones, los guardias de la prisión central de Sine (Sanandaj) atacaron a los prisioneros para poder sacar a Ramin Hossein Panahi el 15 de junio. Los prisioneros resistieron y 20 resultaron heridos, incluido Panahi y su compañero de celda Haidar Qurbani.

La radio Zamaneh informó que los enfrentamientos en prisión duraron hasta el 17 de junio por la mañana y la prisión aún permanece en alerta.

Hace unas semanas, al abogado del preso político kurdo Ramin Hossein Panahi le dijeron que el Tribunal Superior había rechazado revisar el caso. La familia de Panahi fue informada de que su hijo sería ahorcado tras el mes de Ramadán.

Ramin Hossein Panahi, un hombre de 22 años de la minoría kurda de Irán, fue declarado culpable y condenado a muerte tras un juicio extremadamente injusto el 16 de enero que duró menos de una hora. Su familia contó a Amnistía Internacional que compareció ante el Tribunal Revolucionario de Sanandaj con marcas de tortura en su cuerpo, pero que el tribunal no ordenó una investigación sobre sus afirmaciones de que le habían obligado a "confesar" el crimen. Según su abogado, el tribunal lo condenó y lo sentenció a muerte por "tomar las armas contra el estado" (baqi) por su pertenencia al grupo kurdo opositor prohibido Komala. No se proporcionaron pruebas específicas que lo vinculaseb a actividades relacionadas con el homicidio intencional, que es el umbral obligatorio que define los "delitos más graves" a los que se debe restringir el uso de la pena de muerte en virtud del derecho internacional. Entre su detención y el juicio, se le permitió una breve reunión con su abogado, que tuvo lugar con autoridades de la inteligencia presentes. El Tribunal Supremo confirmó la condena y la pena de muerte en marzo de 2018.

Ramin Hossein Panahi fue arrestado por primera vez el 23 de junio de 2017. Tras su arresto, fue estuvo cuatro meses desaparecido. Según él, durante este período y otros dos meses de confinamiento solitario, los oficiales del Ministerio de Inteligencia y la Guardia Revolucionaria lo torturaron repetidamente, incluso golpeándolo con cables, pateándolo y pegándole en el estómago y golpeándole la cabeza contra la pared. También le denegaron deliberadamente atención médica adecuada por las heridas que sufrió al dispararle en el momento de su detención.