El Congreso Nacional de Kurdistán (KNK) emitió una declaración sobre la creciente represión del régimen iraní contra los pueblos en medio de la última ola de arrestos y casos de desapariciones.

La declaración del KNK incluye lo siguiente:

“2020 fue un año excepcionalmente difícil, especialmente para los pueblos de Irán. Bajo el régimen dictatorial de la República Islámica, la economía en apuros de Irán continuó deteriorándose, y la pandemia de coronavirus se sumó a todas las demás dificultades que la población del país ha soportado durante décadas. Más de 40 años después del establecimiento del régimen islámico, persisten el alto desempleo, la pobreza y la indigencia, mientras que el régimen sigue gastando mucho en sus fuerzas militares y de seguridad, incluido el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), para sofocar la disidencia interna y coordinar las intervenciones militares del régimen en varios frentes más allá de las fronteras de Irán, incluidos Irak y Siria.

El pueblo iraní, y especialmente el pueblo de Kurdistán, ha sido condenado a vivir bajo un sistema opresivo que ha afectado a todos los ámbitos de la sociedad, interrumpiendo las relaciones entre los diversos pueblos de Irán y promoviendo el racismo y la discriminación contra los grupos étnicos no persas, incluidos los kurdos y otros. Las políticas del régimen han provocado y promovido conflictos internos y se han dirigido específicamente a quienes piden libertad y democracia, así como alimentos y agua. El régimen teme a quienes hacen tales demandas, los califica de malvados y no creyentes o infieles, y los persigue brutalmente.

En las primeras tres semanas de enero de 2021, cerca de 100 personas han sido detenidas o desaparecidas, muchas de ellas mujeres. No se les da la oportunidad de consultar con abogados y se les trata sin tener en cuenta incluso las leyes del estado. En esta atmósfera de dictadura y fascismo sectario teocrático, el desempleo, la pobreza y la falta de infraestructura básica y servicios públicos han dejado a la gente miserable y desesperada. Impulsado por los bajos niveles de vida y la impotencia, el suicidio es un lugar común, con mayor frecuencia entre las mujeres. El régimen asegura que no haya oportunidades de trabajo y, a causa del hambre, las masas indefensas se ven obligadas a rendirse al estado. Los diversos desafíos experimentados dentro de las familias que destruyen el tejido de la sociedad son una consecuencia intencionada de la política económica malévola del estado.

Durante estos tiempos difíciles, el pueblo kurdo y otros pueblos de Irán no deben abandonar sus objetivos y no deben dejarse manipular por el régimen. La unidad y la solidaridad del pueblo de Kurdistán es la fuerza que nos hará avanzar en el camino hacia un futuro mejor. Aquellos que luchan por Kurdistán ahora tienen la importante responsabilidad de trabajar para ganar aliados para trabajar por la liberación y llamar la atención y el apoyo a la causa kurda.

Tanto el régimen iraní como el estado turco se encuentran en medio de graves crisis económicas y políticas y están cada vez más aislados e inseguros en el escenario internacional. La República Islámica de Irán está tratando de convencer a los pueblos iraníes y al mundo exterior de que este no es el caso intensificando su campaña de intimidación, persecución y violencia contra todas las formas de disidencia real y percibida.

En este momento crucial, KNK pide a todas las partes de Kurdistán que muestren su apoyo a la lucha y el sacrificio del este de Kurdistán y continúen trabajando por la unidad nacional en toda la región. Los presos políticos kurdos son el orgullo de nuestra nación y nuestra lucha. La victoria en cualquier parte de Kurdistán es una victoria para todos nosotros, y todo Kurdistán siente cualquier herida o pérdida.

¡Las fuerzas de la opresión serán derrotadas y la lucha de nuestro pueblo por la libertad saldrá victoriosa!”.