La frontera turco-iraní se extiende en el medio de Kurdistán. Cada año, docenas de kurdos son asesinados en el "cruce ilegal de fronteras". Se construyeron muros y bases militares para detener a los refugiados y el narcotráfico.

Hace tres meses, los ministros del AKP dijeron que "esperarían una ola de tres millones de refugiados de Irán". Como resultado, el número de cruces fronterizos realmente aumentó. En Turquía, los refugiados primero deben presentarse al IHH, que significa "Fundación para los Derechos Humanos, las Libertades y la Ayuda Humanitaria". Esta fundación se creó en 1992 en cooperación con el servicio de inteligencia turco MIT y la Hermandad Musulmana. La administración regional turca en Van inicialmente alberga a los refugiados en pabellones deportivos. A donde son llevados luego es desconocido.

En la frontera entre Turquía e Irán, se está construyendo un muro de 560 kilómetros de largo. La construcción comenzó el año pasado y ya se han construido 144 kilómetros. En junio de 2017, el presidente turco Erdoğan dijo: "Haremos lo mismo en la frontera con Iraq, para que la entrada a nuestro país esté bajo nuestro control. Nadie cruzará más la frontera sin ser visto".

La realidad es, sin embargo, diferente. Hasta ahora, el cierre de la frontera ha afectado solo a los comerciantes locales que vienen de pueblos cercanos y ven la única manera de mantener financieramente a sus familias en la frontera. Sin embargo, el tráfico de drogas y el cruce de refugiados de todo el mundo no han disminuido.

Cizeyir Özkaplan vive en un pueblo cerca de la frontera y dice: "La frontera está cerca para nosotros. Además, ya ha causado la muerte de muchos jóvenes. Aquí se construyó un muro y varias bases militares. ¿Cómo pueden cruzar los refugiados la frontera tan fácilmente? Tenemos que plantear esta cuestión públicamente ".

Lezgîn Botan, un diputado del Partido Democrático Popoular - HDP, por la provincia de Van, cree que el gobierno del AKP está instrumentalizando a los refugiados para sus maquinaciones políticas y diplomáticas: "Se usan como una herramienta sucia y militar contra los kurdos, y también modifica deliberadamente la demografía de la región. La mayoría de los refugiados son millones de personas con un fondo islámico radical. No tienen buena educación, ni trabajo ni esperanza. Son peligrosos y, por lo tanto, son motivo de temor para la Unión Europea. El gobierno del AKP lo sabe muy bien y utiliza a los refugiados como barrera de protección y chantaje contra Europa. El tráfico de drogas todavía se perpetra con bastante facilidad con los refugiados también".