Nueva Caledonia, una isla remota en el sudoeste del Océano Pacífico, a unos 1210 km al este de Australia, no suele formar parte de las noticias.

Esta colonia, o colectividad especial de Francia, de la que está a más de 20.000 km, está a punto de celebrar un referéndum histórico en el que pueden “quitarse de encima el poder colonial francés”.

El referéndum de autodeterminación será celebrado el 4 de noviembre. Para conocer la situación política de Nueva Caledonia resulta muy iluminadora la película documental producida, dirigida, co-escrita y co-editada por Mathieu Kassovitz. La película, lleva por título “L'ordre et la Morale” (Rebelión en su versión inglesa) y es uno de los pocos ejemplos que tratan con profundidad la política colonial francesa.

La película narra los acontecimientos vividos en la década de 1980 en la que el sentimiento independentista llevó a amplias protestas que fueron sofocadas por medio de la violencia por parte de Francia.

Daniel Goa, portavoz del movimiento independentista aglutinado en torno al Frente de Liberación Nacional Kanak y Socialista (FLNKS) ha dicho durante una reciente visita a Australia que la independencia de Nueva Caledonia es inevitable y una “cuestión de dignidad” para el pueblo autóctono kanak.

“Para nosotros, es una mera cuestión de tiempo, y sabéis que el tiempo en Oceanía se mide de forma diferente”, ha expresado Goa durante su discurso en el Instituto Lowy en Sydney.

El referéndum preguntará a los residentes de esta isla pacífica si quieren ser independientes de Francia.

“Esta fecha es de una importancia capital e histórica para el pueblo kanak, ya que acaba con una lucha de más de 164 años de nuestro pueblo”, ha afirmado Goa.

Si el resultado es positivo, el FLNKS ha propuesto que el nuevo país pase a denominarse Nueva Caledonia Kanaky y ha sugerido que también asuma la bandera del FLNKS en vez de la bandera francesa.

“Garantizaremos nuestra soberanía y solicitaremos la pertenencia a la ONU”, ha dicho Goa.

El apoyo a la independencia esta dividida sobretodo por etnias, siendo el pueblo originario kanak el principal apoyo, mientras que aquellos con orígenes en los colonos europeos se oponen. Las encuestas realizadas en mayo sugieren que se impondrá el 'No' aunque existe una gran parte de la sociedad que permanece indecisa.

Goa ha señalado que el referéndum es una “cuestión de dignidad”: “Mientras permanezca una sola persona kanak en pie, luchará por su libertad. Ese hecho debería indicaros la importancia de este día, y el simbolismo que acarrea este referéndum”.

Si el referéndum fracasa, el pueblo de Nueva Caledonia podrá celebrar dos referendos más en relación a la independencia: uno en 2020, y otro en 2023 en caso de que también salga el 'no'.

En cambio, si resulta exitoso, el FLNKS desmantelará el actual sistema económico, que según Goa es un “sistema francés” y “está basado en la explotación”.

“Recuperaremos el control de nuestros recursos naturales y sectores claves, actualmente controlados por multinacionales francesas. De esta manera aseguraremos una redistribución de la riqueza más equitativa al poder explotar nuestro principal recurso natural, el níquel, explotación de la que ahora mismo solo obtenemos salarios”.

Nueva Caledonia tiene alrededor del 25% de las reservas mundiales de este mineral.

Goa también ha dicho del presidente francés, Emmanuel Macron, que visitó el país en mayo, que “tras 164 años de colonialismo ha reconocido por fin que Nueva Caledonia es una joya”.