Las manifestaciones en el sur de Iraq para protestar contra los cortes de electricidad y la pesima calidad de los servicios públicos continúan.

Tres personas murieron durante el transcurso de las protestas el sábado cuando los manifestantes fueron atacados por las fuerzas de seguridad iraquíes.

Las protestas continúan en Najaf y Meysam. Los manifestantes han prendido fuego a algunos edificios de los partidos políticos, incluyendo la sede del partido del primer ministro Haidar al-Abadi.

Las protestas se deben a la corrupción y el desempleo, pero también están exigiendo mejoras en los servicios públicos. Las protestas comenzaron en la ciudad petrolera de Basra y se han extendido a otras ciudades de Iraq, incluyendo Najaf.

El viernes hubo un intento de ocupar el aeropuerto de Najaf. La acción interrumpió el tráfico aéreo. El líder chií Ali al-Sistani ha dicho que apoya las protestas y ha criticado la situación de los servicios públicos.

El mismo viernes, Haider al-Abadi viajó hasta Basra para dirigirse a los manifestantes. En un discurso televisado dijo que “Nosotros solo podemos apoyar las protestas y las peticiones de nuestros estimados ciudadanos cuyo dolor entendemos.”

La producción de petróleo supone el 89% del presupuesto iraquí y el 99% de las exportaciones, pero solo un 1% de iraquíes trabajan en el sector. En particular las empresas extranjeras no contratan a iraquíes.

Según las cifras oficiales el desempleo está en el 10,8%. El desempleo entre los menores de 24 años, los cuales suponen el 60% de la población total, es mucho más alto.