La visita del ministro de Exteriores turco Çavuşoğlu a Berlín estuvo marcada por una política alemana de apaciguamiento. Como ya informó ANF, los debates se centraron en la unión aduanera entre Turquía y Alemania, la cuestión de los visados y la facilitación del turismo.

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, habló de una “fase muy constructiva” en el conflicto sobre las reservas de gas natural en la región del Mediterráneo. Estas declaraciones demuestran que el gobierno alemán está dispuesto a apoyar la política de chantaje turca en el Mediterráneo, así como la cuestión de los refugiados.

Libia: puente del expansionismo neo-otomano

Mientras que la disputa por el Mediterráneo parece operar como moneda de cambio, el régimen de Ankara está menos dispuesto a comprometerse con lo que se refiere a Libia. Cuando el ministro de Asuntos Exteriores alemán hizo un llamamiento a todos los mercenarios y soldados extranjeros para que abandonaran el país con el fin de permitir la estabilización de la situación en Libia, como se prometió hace un año y medio en la Conferencia de Berlín sobre Libia, el ministro de Asuntos Exteriores turco respondió que “los asesores militares” turcos no eran mercenarios, sino que estaban en Libia por un acuerdo bilateral con el país. El régimen de Erdoğan firmó un acuerdo con el anterior gobierno de los Hermanos Musulmanes en Libia sobre el Mediterráneo y el apoyo militar.

La afirmación de que no hay mercenarios en Libia es mentira; hay innumerables pruebas de la presencia de mercenarios del Ejército Nacional Sirio (SNA). Además, Turquía ha roto repetidamente el embargo de armas contra Libia ante el mundo y ni siquiera se arredra ante la amenaza de violencia militar contra los socios de la OTAN.

Por el contrario, el ministro de Asuntos Exteriores turco pidió la retirada de los mercenarios rusos. Libia tiene una gran importancia estratégica para Turquía, porque el país norteafricano representa un puente para el expansionismo neo-otomano en el norte de África. El instrumento político para ello son los Hermanos Musulmanes. La presencia militar de Turquía en el país vecino presiona especialmente a Egipto.