El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha protestado contra Israel, pero no es muy convincente, ya que Erdoğan se esconde detrás muchas masacres, como la de Argelia cuando protesta contra Francia, lo que se interpreta como un intento de excusar sus propias masacres. Después de que Israel matara a más de 50 palestinos el lunes, Erdoğan acusó a Israel de "genocida". Había tenido reacciones similares antes, pero siempre continuó con la intensa relación con Israel.

La última reacción de Erdogan llega en un momento en que su país experimenta una opresión fascista sin precedentes que se traduce en masacres.

Israel ha matado a 106 palestinos desde fines de marzo. Un perpetrador de masacre y genocidio, que "apoya" a un pueblo víctima de las mismas practicas que éste ejerce contra otros, no tiene otro significado moral o humano que el cubrirse políticamente. El estado turco ha matado a más de 300 civiles en los ataques de invasión que lanzaron solo el 20 de enero en Afrin. Decenas de ellos eran niños, incluso muchos eran bebés.

El estado turco que ataca a Rojava no es nuevo. Antes de la invasión, ya había ataques sistémicos donde cientos de civiles fueron asesinados. Además de eso, los civiles asesinados por Turquía en el sur y el norte de Kurdistán, aumentan el saldo significativamente. Cientos de civiles fueron asesinados sin piedad en Cizre, Şirnak, Nusaybin y Sur en 2015 y 2016. Las personas fueron quemadas vivas en los sótanos de Cizre. Algunos cuerpos se pudrieron en las calles durante días, otros se guardaron en congeladores caseros en lugar de la morgue. Algunos fueron robados y partes de los cuerpos fueron esparcidos en lugares desconocidos. Considerando las masacres y genocidios implementados por el estado turco desde su fundación, las palabras de las administraciones turcas por lo sucedido en Gaza no significan nada.