Detención de Santrich de las FARC: un duro golpe para el proceso de paz

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha mostrado una fuerte reacción a la detención, el lunes, de uno de sus miembros más prominentes y conocidos, el ex comandante Jesús Santrich.

El lunes, de uno de los miembros más prominentes y conocidos de las Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el ex comandante Jesús Santrich fue detenido.

Santrich había sido detenido luego de una solicitud de extradición de los Estados Unidos, que lo quiere por un presunto delito relacionado con el tráfico de drogas.

En declaraciones a ANF, el miembro del Consejo Político Nacional de las FARC, Iván Márquez, dijo que "esta detención es un plan llevado a cabo por el gobierno de los Estados Unidos junto con el Fiscal General de Colombia. Un plan - insistió Márquez - cuyos últimos detalles fueron discutidos durante la reciente visita del Fiscal General colombiano, a los Estados Unidos".

Según Márquez, esta detención es en realidad una amenaza que podría extenderse a toda la dirección del partido de las FARC. "El objetivo es claro - dijo Márquez - decapitar a la dirección política de nuestro partido y así enterrar el deseo de paz de todo el pueblo colombiano".

La detención de Jesús Santrich llega en un momento delicado del proceso de paz colombiano: el próximo mes se convoca a las urnas a elegir al nuevo presidente, mientras que el Acuerdo Final de Paz firmado en La Habana entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos no ha sido implementado por el Estado. "A pesar del incumplimiento del gobierno", dijo Márquez, "los ex guerrilleros de las FARC han reiterado su compromiso con la paz. Hemos cumplido, el Estado no. Nos encontramos en un momento muy delicado en el proceso de paz, por lo que hacemos un llamamiento a nuestros ex guerrilleros para que mantengan la calma y no caigan en provocaciones. Nos queda claro, insistió Márquez, que alguien tiene el interés de descarrilar el proceso de paz para justificar un retorno a la violencia".

La dirección de las FARC ha pedido a los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega, a la Segunda Misión de la ONU en Colombia, a la Unión Europea y a la comunidad internacional, que acompañen el proceso en esta etapa delicada para garantizar que la extradición y la acusación contra Santrich es evaluada por la Jurisdicción Especial para la Paz, que es el organismo encargado de tratar con la justicia relacionada con el conflicto de 50 años.

Iván Márquez también subrayó que "frente al hecho de que el negocio transicional de la cocaína no podía terminar con la firma del Acuerdo de Paz, dado que las FARC no tenían parte en este negocio, era necesario encontrar una excusa para justificar los cambios en el fallido acto de "guerra contra las drogas". Y esta excusa - agregó Márquez - "solo podría ser la ampliación de nuestro presunto comportamiento delictivo, por lo que nos impide la conquista del derecho a la participación política".

Jesús Santrich, conocido y querido ex comandante de las FARC, ha sido el protagonista de una larga huelga de hambre, realizada el año pasado para resaltar la difícil situación de cientos de presos políticos de las FARC que siguen en prisión a pesar de la aprobación de la Ley de Amnistía. Santrich fue hospitalizado y se le recomendó suspender la huelga de hambre debido a su precaria salud. Entre otras cosas, padece una enfermedad degenerativa en los ojos que lo ha dejado casi ciego.

Iván Márquez dijo que Santrich había enviado un mensaje diciendo que se estaba embarcando en una nueva huelga de hambre para protestar contra su detención ilegal.

Márquez dijo que "Santrich no puede ser el trofeo para el presidente Trump durante su visita a Colombia en los próximos días".