El ejército turco continúa quemando los bosques de Kurdistán del Norte. Por lo tanto, los escondites de la guerrilla están destinados a ser destruidos. El ejército incendió las áreas forestales cerca del pueblo de Cevizdüzü, en la provincia Şırnak. El fuego no se extingue y se extiende.

Antes, los guardias de la aldea ya habían cortado miles de árboles para los militares. El monte Cudi, donde se produjo el incendio, es un bastión de la guerrilla.