El HDP afirma que "una de las páginas más dolorosas y vergonzosas de la historia de Turquía se vivió hace 65 años, el 6 y 7 de septiembre. Fue un pogromo que tuvo lugar en Estambul, Esmirna y otras ciudades. La masacre fue dirigida contra griegos, armenios, cristianos y judíos. Estuvieron expuestos a una ola de ataques planeados y sistemáticos".

La declaración señala que 73 iglesias, 8 manantiales sagrados, 2 monasterios y 5.538 casas y lugares de trabajo, 3.584 de los cuales pertenecían a griegos, fueron destruidos y saqueados durante la masacre. El  HDP señala que muchas personas fueron asesinadas, los cementerios fueron destruidos y cientos de mujeres fueron sometidas a agresiones sexuales: "Los ataques fueron planeados y ejecutados por el Servicio de Seguridad Nacional, el predecesor de la contraguerrilla y el MIT".

La declaración concluye "Aunque han transcurrido 65 años desde el ataque, como ocurrió con todos los ataques dolorosos y embarazosos de la historia de la República, se protegió a los atacantes, se encubrió la masacre. De hecho, los atacantes fueron ascendidos y recompensados".