El secuestro de Argentina por el FMI

El gobierno de Macri acuerda un plan de "rescate" con el FMI

Como se anunció hace unas semanas, el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno de Argentina llegaron a un acuerdo de rescate financiero.

En una presentación pública en la capital estadounidense, el Ministro de Finanzas argentino, Nicholas Dujovne, dio a conocer varios detalles y cifras sobre lo que se negoció entre las dos partes.

Por lo tanto, el monto del préstamo, que inicialmente se calculó sería superior a 30000 millones de dólares, ha alcanzado la cifra de 50000 millones, a lo que hay que sumar 5650 que serán otorgados por otras instituciones financieras internacionales.

La alta cifra parece tener que ver directamente con el grave riesgo de que el sistema bancario argentino entre realmente en un shock.

Según el Ministro, los objetivos del plan serían reducir la inflación, lograr un equilibrio fiscal y "evitar una crisis" como dijo. Durante los 36 meses del acuerdo, el préstamo se utilizará para aumentar las reservas del Banco Central y reforzar los artículos del presupuesto.

El compromiso de la Argentina dirigida por Macri es reducir su déficit fiscal en 19,3 mil millones de dólares entre este año y 2021, algo que, como era de esperar, el ministro de Finanzas no pudo aclarar cómo se lograría, aunque es lógico pensar que será a través de la austeridad, un concepto que el FMI promueve tanto.

En un intento por minimizar el rechazo social del acuerdo, y para evitar estallidos sociales como los que ya ocurrieron en el país en el pasado reciente para contrarrestar políticas similares, se ha incluido una excepción en el documento, una cláusula por la cual el gobierno de Macri "podría aumentar el gasto social si lo considera necesario".

Con respecto al reembolso del crédito, Argentina tendrá tres años de gracia, exactamente el tiempo que durará el compromiso acordado, y a partir de esa fecha el país sudamericano tendrá que pagar al FMI 50000 millones en 8 pagos trimestrales, más intereses a una tasa variable que podría ir de 1.9 a 4.96%.

Aunque las condiciones negociadas con las otras entidades financieras no se han divulgado, se puede suponer que estarán en línea con las anunciadas, dado que estas instituciones promueven, al igual que el FMI, políticas neoliberales estrictas.

Por lo tanto, el Banco Mundial contribuirá con 1700 millones, el Banco Interamericano de Desarrollo con 2500 millones, y el Banco de Desarrollo de América Latina agregará 1400 millones más al monto total.

Las primeras reacciones al anuncio en Argentina han sido la convocatoria de nuevas movilizaciones y protestas sociales por parte de diversos sectores trabajadores, jubilados y pensionafos, que ya han visto disminuir su poder adquisitivo, debido a la devaluación del 25% del peso frente al dólar en un solo mes: reconocen, por amargas experiencias con el mismo FMI, que lo que viene es un período de recortes en los salarios, las jubilaciones, las pensiones y los gastos sociales.

En otras palabras, una política de austeridad para garantizar la liquidez en dólares a favor del gran capital financiero especulativo, tanto extranjero como nacional.

En cuanto a esta preocupación social, es necesario recordar que Argentina no ha tenido ninguna deuda o relación con el FMI durante una década, cuando el entonces presidente Néstor Kirshner decidió, con la ayuda del gobierno venezolano de Hugo Chávez, pagar en una cuota los 10 mil millones de dólares de deuda que vinculó al país con esa institución financiera y, por lo tanto, rompió la obligación de aceptar sus "recomendaciones y recetas".

Aunque este tipo de acuerdo a menudo se conoce como "rescate" financiero, podría llamarse realmente, desde el punto de vista de la gran mayoría del "secuestro". El rescate, por supuesto, será impuesto a la gente.

Por otro lado, debemos señalar que en otras latitudes, en otros países comparables a Argentina en cuanto a su nivel de desarrollo, ha habido signos de crisis económica en los últimos meses. El mejor ejemplo puede ser Turquía, aunque con diferentes características.

El de la crisis económica es un tema que se debe seguir de cerca, especialmente cuando varios economistas y analistas han advertido de un escenario económico-financiero internacional similar al que resultó en la gran crisis de 2007, y del cual muchos países apenas se han recuperado.