Ex guerrillero de las FARC asesinado tambalea más aún el proceso de paz

Las FARC reiteraron su compromiso con la paz, pero pidieron a la comunidad internacional que alcen la voz.

Con el asesinato el martes de Juan Vicente Carvajal Isidro, conocido como Misael, la cifra de ex guerrilleros de las FARC asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz Final el 24 de noviembre de 2016, se ha elevado a 22.

El Partido de la Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha condenado el asesinato y una vez más ha pedido a la comunidad internacional que garantice que el Acuerdo de Paz se implemente por parte del gobierno colombiano.

De hecho, las FARC han cumplido con lo que se les exigía, mientras que el Gobierno ha estado demorando, deliberadamente, la implementación del proceso de paz, dando paso a una ola de violencia, que realmente está poniendo en peligro toda la Paz que costo un proceso tan duro para todo el pueblo colombiano.

A poco más de dos semanas antes de las elecciones presidenciales, la violencia en Colombia parece haberse salido de control.

Llamamiento a la comunidad internacional

Las FARC, por su parte, han pedido una intervención del "pueblo notable", una figura establecida por el Acuerdo de Paz. El ex presidente de Uruguay, Pepe Mujica, y el ex primer ministro español, Felipe Gonzales, se reunieron con las FARC y el gobierno colombiano, para ver qué podría hacer la comunidad internacional para evitar que empeore el proceso de paz.

Las FARC han pedido a los "notables" que intervengan en la situación del ex comandante de las FARC, Jesús Santrich, que ha estado en huelga de hambre desde el primer día de su arresto, como resultado de un plan destinado a encarcelar a toda la dirigencia del nuevo partido.

Santrich ha sido trasladado al hospital por su estado de salud y tanto Mujica como González han dicho que hablarían con el presidente Juan Manuel Santos para pedir que se revise la condición de Santrich.

El presidente Santos aseguró a la delegación de las FARC que sus 10 diputados recibirán todas las condiciones de seguridad para participar en las sesiones del Parlamento, aunque hasta el momento existe poca confianza en que sea posible una ganatía de seguridad, frente a este nuevo asesinato y el arresto de Santrich.

Al mismo tiempo, las elecciones presidenciales se acercan y no está nada claro que un presidente progresista o al menos "amigo de la paz" reemplace a Santos. Las encuestas de opinión todavía muestran que la derecha y la facción belicista continúa apelando a los votantes. Hay que decir que en Colombia la participación en las elecciones es muy baja. De hecho, cuando el Acuerdo de Paz se presentó a las personas para ser ratificado por medio de referendum, la participación de votantes fue solo el 34%. Por supuesto, se puede decir mucho sobre la muy incorrecta decisión del Presidente Santos de enviar el Acuerdo de Paz a un referéndum en lugar de a una Asamblea Constituyente (como lo pedían las FARC) que habría garantizado la participación.

Pero, los hechos son hechos, y el Acuerdo de Paz fue rechazado por una pequeña mayoría de la minoría que votó.

Entonces, será muy importante ver el resultado de las elecciones presidenciales, aunque la votación parlamentaria, en marzo pasado, ya ha devuelto una mayoría de derecha en la Asamblea Nacional.

Las FARC una vez más han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe y se mueva rápidamente, para garantizar que la paz no sea condenada a morir lentamente en Colombia, después de 50 años de largo y doloroso conflicto.

Ex guerrilleros comprometidos con la paz

Mientras que la derecha está concentrando sus esfuerzos en devolver a Colombia a los oscuros días de la guerra, las ex guerrillas de las FARC están luchando por construir una vida comunitaria y sostenible para ellos y para la comunidad en la que se han estado asentando. Todavía viven en el llamado ETCR, Espacios Territoriales para Capacitación y Reincorporación, y allí están tratando de desarrollar proyectos de producción y servicio, que les proporcionen a ellos, sus familias y a la comunidad que les rodea, trabajo y alguna forma de economía alternativa.

En el ECTR Aldemar Galán, en la región de Cauca, la comunidad de ex guerrilleros anunció que finalmente han podido comprar unos 500 pollitos, que constituirán el primero de los proyectos de producción de ese espacio específico.