La séptima ronda de conversaciones celebrada en Ginebra, bajo el liderazgo de Naciones Unidas (ONU) para desarrollar una "solución política" a la guerra civil en Siria también ha terminado en fracaso.

El enviado especial de la ONU para Siria Staffan de Mistura y su equipo sostuvieron, una serie de reuniones con una delegación del régimen encabezada por Bashar Al Jaafari y "grupos de oposición" que se unieron a las conversaciones bajo el título de Consejo Superior de Negociaciones.

Mistura mantuvo conversaciones con las partes de acuerdo con el Decreto Nº 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU en 2015 y se centró en cuatro temas: gobierno provisional, nueva constitución, elecciones y la guerra contra el terrorismo.

"Las partes ni pudieron estar sentadas en la misma mesa"

Mistura no logró reunir a las partes en la misma mesa durante los cuatro días de conversaciones. Después de terminar la séptima ronda, realizó una conferencia de prensa e hizo algunos comentarios.

El enviado de la ONU también anunció que la octava ronda de las conversaciones, que en esta edición terminaron de nuevo sin llegar a ninguna resolución, se celebrará a principios de septiembre.

La única fuerza con un proyecto son los kurdos

Por otra parte, a lo largo de las conversaciones, la delegación del régimen se negó a discutir un período interino sin Assad y los grupos que asistieron a las conversaciones bajo el disfraz de la oposición insistiendo en exactamente ese período juega un papel importante en la falta de progreso.

Los kurdos, que son la mayor fuerza militar y política democrática y la única fuerza con un proyecto democrático para el futuro de Siria no fueron invitados a las conversaciones, durante las cuales los partidos empujaron sus propias agendas, es otra razón por la cual las reuniones no son fructíferas .

Los intereses políticos son...

Durante las conversaciones de Ginebra, que supuestamente se llevan a cabo para buscar una solución política en Siria, pero son poco más que una raza de intereses políticos, la guerra civil en Siria continuó con toda urgencia. Según los informes internacionales de derechos humanos y los informes de la ONU, en la guerra de más de 6 años, más de 320.000 personas perdieron la vida y más de 5 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus tierras.