El excomandante de las FARC, Jesús Santrich, suspendió la huelga de hambre después de 40 días.

La decisión fue tomada en respuesta al llamamiento de la comunidad internacional y nacional. Santrich había sido trasladado a un establecimiento religioso, la Fundación Caminos de Libertad, del hospital de Bogotá al le llevaron tras sufrir prolemas de salud mientras se econtraba en la prisión La Picota.

En una carta en la que explicaba su decisión de suspender la huelga de hambre, Santrich escribió "Atendiendo al clamor de esas voces, considerando los resquiciso señalados, y bajo el entendido de la naturaleza política de mi causa, he tomado la decisión de suspender transitoriamente mi huelga de la hambre". 

Santricj ha sido detenido en medio de una clara consipiración y acusado de delitos relaciones con las drogas. Estados Unidos se ha apresurado a pedir su extradición

Tras varias denuncias, la Jurisdicción Especial para la Paz ha emitido un comunicado en el que afirma que según el Acuerdo Final de Paz firmado en La Habana el 24 de noviembre de 2016 por el gobierno colombiano y la ex guerrilla de las FARC, tiene jurisdicción para casos como el de Santrich.

El ex guerrillero de las FARC, ahora en la junta ejecutiva del partido politico FARC, dijo en su carta: "Mi situación es un accidente calculado, extendible a cualquier cuadro político de la FARC, que de no ponérsele freno, puede conducir el proceso más en forma definitiva por el despeñadero en la medida en que a los icumplimientos acumulados se le agregaría el bloqueo si seguridad jurídica del proceso de paz la reincorporación política del ejércio de los derechos y la participación política".

Santrich tabién agradeció la solidaridad que recibió de Colombia y de todo el mundo. "Durante los 40 días que lleva la huelga de hambre, mi última batalla por la dignidad revolucionaria contra la injusticia, la mentira, la pérfidia, he recibido las más variadas y hermosas expresiones de afecto y solidaridad".

El próximo 27 de mayo los combianos irán a las urnas para elegir al nuevo presidente del país. La campaña electoral ha sido manchada con los asesinatos de líderes socialistas y ex guerrilleros de las FARC, así como por los insultos y la violencia verbal que hicieron que esta campaña fuera casi imposible de llevar a cabo.