Las madres cuentan la resistencia organizada en las cocinas

Las madres suministraron de alimentos a las Unidades de Defensa durante los ataques a Sexmeqsud

Durante los ataques que los mercenarios lanzaron contra el barrio de Sexmeqsud en Aleppo, la población mostró una voluntad de hierro y capacidad de sacrificio.

La población del barrio, que tuvo que sobrevivir y resistir bajo unas condiciones muy duras, por un lado se unieron alrededor de las YPJ y YPG (Unidades del Defensa del Pueblo y de las Mujeres) mientras que por otro trataban de satisfacer sus necesidades más básicas sin olvidarse de defender su barrio.

Un grupo de madres se organizaron desde el principio de la batalla contra los ataques mercenario y contribuyeron a la resistencia asegurando las lineas de suministro de comida.

Las madres trabajaban en las cocinas desde la mañana hasta la tarde. La comida que preparaban en esta cocina era luego llevada a las posiciones de la resistencia.

Después de la liberación del barrio, las madres continuaron sus trabajo en las cocinas y todavía a día de hoy se ocupan de asegurar el suministro de alimentos a los combatientes.

Lutfiye Ebdo y Sultana Hesen han estado trabajando en las cocinas de las resistencia del barrio durante los últimos cuatro años.

Lutfiye Ebdo (53) ha hablado con ANHA sobre su trabajo durante la resistencia “Mi trabajo, como madre, era el cuidar de mis hijos. Es nuestra tarea el cuidar a los combatientes que defienden nuestro barrio. Preparamos comida para los combatientes.”.

Los mercenarios han atacado la cocina

Lutfiye ha dicho que las cocinas fueron atacadas por los mercenarios, los cuales las pusieron en el punto de mira sabedores de su importancia. “Un proyectil de cañón fue disparado contra la cocina un día. Una madre fue herida. Después del ataque decidimos defender la cocina.”

Además de preparar las comidas, las cocinas también sirven como almacén de los suministros de alimentos de todo tipo, pasta de tomate, comida enlatada queso y olivas están entre los alimentos más comunes de encontrar en la cocinas.

Sultana Hesen (51) ha añadido algunas que “ a pesar del hecho que los ataques fueron duros, no abandonamos nuestro barrio. Apoyamos a los combatientes sin dudas. Nuestro poder más grande son nuestros hijos y su resistencia.”.