Las manifestaciones en Iraq han entrado en su tercera semana.

El germen de la protesta fue provocado por la precariedad de los servicios públicos y la interrupción del suministro del agua y la electricidad, así como por unas políticas gubernamentales inadecuadas.

Basora fue la primera ciudad en la que se dieron lugar las protestas el 8 de julio, y la ola de descontento se extendió rápidamente a Najaf, Zukkar, Misan, Hille, algunos barrios de Bagdad, Diwaniyah y otras muchas ciudades.

A pesar de los intentos del gobierno para calmar la situación y de la intervención de las autoridades, numerosas manifestaciones han sido llevadas a cabo a diario en múltiples localizaciones.

Según Rojnews, mientras los activistas salían a las calles en Bagdad, Diwaniyah, Najaf y Diqar, dos personas perdieron la vida (una en Najaf y otra en Diwaniyah) y 45 resultaron heridas como resultado de la intervención de las fuerzas de seguridad.

El portavoz del Ministerio de Salud iraquí, Seif Bedr, ha confirmado estas cifras.

La Asociación Iraquí de Derechos Humanos ha comunicado que 12 personas murieron y otras 571 resultaron heridas en las protestas del 19 de julio.

La declaración agrega que 195 del total de los heridos han sido registrados como civiles, mientras que el resto pertenecerían a los cuerpos de seguridad.

Durante las manifestaciones, 47 edificios han sido incendiados: 18 instituciones del Estado, 22 edificios del partido y 7 edificios públicos.