La mayor celebración se lleva adelante en Diyarbakir, capital histórica de Kurdistán, donde cientos de miles se reúnen en el Parque Newroz.

A pesar de las prácticas arbitrarias de la policía turca para evitar que las personas asistan, los residentes llenaron el parque con banderas y chales de color rojo, amarillo y verde. Las miles de personas reunidas cantan “Biji Serok Apo – Larga vida al Líder Apo” y “Larga vida a la lucha por Afrin”.

En la ciudad de Van, más de cien mil pobladores asisten a las celebraciones de Newroz en los alrededores del Castillo Van.

Los kurdos del Nusaybin, en Mardin, de Sirnak y del distrito de Yuksekova, de Hakkari, también se reúnen en gran número para celebrar el año nuevo kurdo.

La fiesta de Newroz se relaciona a la tradición religiosa ligada a Zaratustra y a la religión mazdeísta, pero al mismo tiempo los pueblos de Kurdistán celebran el 21 de marzo como el paso del invierno a la primavera, como lo hacen muchos pueblos originarios del planeta.

A su vez, el Newroz se caracteriza porque las personas encienden fogatas, bailan a su alrededor y saltan sobre ella. En ese acto se reivindica a los elementos de la naturaleza, como el sol y el fuego.