El cantón Afrin del norte de Siria permanece bajo el control del estado turco y mercenarios aliados que continúan sus actos inhumanos y brutales contra los civiles que permanecieron en la ciudad y pueblos a pesar de la ocupación.

Los grupos de pandillas Hamzat y Shihetat tuvieron una disputa por compartir los bienes que habían saqueado en una tienda en el centro de Afrin. La disputa se convirtió en un enfrentamiento armado, durante el cual los civiles que pasaban por la escena se volvieron un blanco. Un civil murió y otros dos resultaron heridos como resultado.

Por otro lado, los mercenarios turcos secuestraron al civil Lezgîn Îbo (35) mientras trabajaba en su campo en el pueblo de Kurzêlê, en el distrito de Sherawa de Afrin. Las pandillas también incautaron el coche del hermano de îbo y le pidieron a su familia un rescate de 1000 dólares para liberarlo.