Las familias de los 301 mineros que perdieron su vida trabajando en el distrito de Soma situado en la provincia de Manisa, continúan pidiendo justicia y han marchado desde Manisa hasta la capital Ankara para reiterar su petición de justicia ante el Consejo de Jueces y Fiscales (HSK).
Las familias fueron acompañadas por los abogados y han llegado a Ankara. Cuando trataban de llegar ante la sede de la HSK han encontrado una barrera policial ya que el Gobernador alegaba que la concentración “no estaba permitida”.
La policía entonces ha atacado con gases lacrimógenos y han asaltado a los periodistas que estaban cubriendo los acontecimientos. Una persona, según testimonios presenciales un abogado de las familias, fue detenido y un grupo que estaba realizando cánticos a favor de los mineros también fue atacado.
Las madres que perdieron a sus hijos en el desastre de la mina protestaron por la violencia policial gritando “asesinos”.
Mientras las familias esperaban en la zona, un director de la policía amenazó a los congregados advirtiéndoles: “subid al autobús o os barreremos a todos”.