Puede no parecer gran noticia, pero para aquellos que han visto y experimentado en sus propios cuerpos la violencia del ISIS es una señal pequeña pero importante de que las cosas por fin vuelven a la normalidad.

Los niños son los que más han sufrido en esta guerra, el sector de la población más afectado, ya que las imágenes y los recuerdos de la guerra, la muerte y la destrucción, nunca se irán y permanecerán con ellos literalmente toda su vida.

Así que cuando este viernes, para celebrar el final de Ramadán, el Consejo Civil de Raqqa decidió reabrir el parque de atracciones y otras instalaciones infantiles que habían sido destruidas por los mercenarios del ISIS, un pequeño gran acontecimiento tuvo lugar. Un paso para recuperar la vida perdida.

Raqqa fue liberada el año pasado por las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF) lo cual supuso un duro golpe a los mercenarios del ISIS que precisamente habían proclamado Raqqa como su capital, sometiendo a la población local a una vida de violencia que todavía no ha sido contada completamente. Los parques y otras instalaciones dedicadas al entretenimiento infantil habían sido destruidos y prohibidos.

El Consejo Civil de Raqqa puso la reparación del parque de atracciones en su lista de cosas que hacer y el viernes los niños pudieron disfrutar de una tarde en el parque y hacer uso de sus instalaciones. Fue la primera vez en cuatro años que la población pudo celebrar el final de Ramadán en paz.