Turquía reduce el suministro de agua a Rojava

Turquía, con la ayuda de su sistema de represas GAP, nuevamente ha reducido el flujo de agua del Éufrates. Menos de un tercio de la cantidad necesaria de agua ahora fluye hacia Siria e Irak.

Turquía ha utilizado durante mucho tiempo el medio ambiente como un arma para sus métodos de guerra especial. Mientras que más de 250 kilómetros cuadrados de campos en el norte de Siria listos para la cosecha han sido destruidos por los incendios provocados por las fuerzas de ocupación turcas y sus milicias, el régimen de Erdogan también está atacando repetidamente cortando el suministro de agua de manera selectiva.

El Éufrates, que se eleva en el norte de Kurdistán, está casi completamente bajo control turco debido a un sistema de represas. Con la ayuda de las represas, Turquía puede modificar a su antojo el flujo de agua al norte de Siria. En la actualidad, la afluencia del Éufrates se ha reducido hasta 150 metros cúbicos de agua por segundo. En el acuerdo con el gobierno sirio de 1977, se determinó un mínimo de volumen  de 500 metros cúbicos por segundo. Esto no solo restringe la agricultura y el suministro de agua, sino que también crea serios problemas para el suministro de electricidad, ya que las plantas en el norte de Siria ya no pueden funcionar.

Mihemed Tarbuş, director de la Presa Tishrin en el norte de Siria, advirtió que "Reducir la cantidad de agua de Turquía puede ser peligroso para las represas. Si continúa así, se volverá ua amenaza en unos dos meses".

De esta manera, el estado turco está tratando de desestabilizar las áreas autónomas en Rojava y expulsar a las personas que viven allí. Organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch también han criticado reiteradamente la política de aguas de Turquía contra la región.

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