A mediados de abril, el ejército turco llevó a cabo una operación aérea y terrestre de tres días en el distrito de Lice en Amed (Diyarbakir). La zona de operaciones abarcó los pueblos de Dibek (Dêrxus), Arıklı (Huseynik) y Karahasan, así como varias aldeas. En Dibek, las zonas forestales siguen siendo arrasadas. Se han traído a la zona unidades paramilitares de la guardia del pueblo desde otras regiones para arrancar los árboles con máquinas de trabajo.
Vahap Işıklı es portavoz de la Alianza para la Protección de los Jardines de Hevsel en Amed. En declaraciones a ANF, el activista medioambiental ha exigido el fin inmediato de la destrucción de los bosques en Lice y ha pedido que se actúe en favor de los árboles. Işıklı ha señalado que en Kurdistán se destruyen los bosques cada primavera, muchas veces mediante incendios provocados: “Cuando se inicia una operación militar en la región, primero se cortan los árboles y se incendian los bosques. En la operación lanzada en Lice el 14 de abril, se cortaron árboles en Dibek bajo la supervisión de los militares. De Cudi a Besta y de Bitlis a Dersim, los bosques son destruidos y quemados durante meses. Mientras estábamos en Şırnak con nuestra alianza para enterarnos de la destrucción y los incendios forestales llevados a cabo allí, llegaron noticias de que también se estaban cortando árboles en Lice al mismo tiempo. La destrucción de los bosques y la tala y quema son una herida sangrante en Kurdistán”.
Según Vahap Işıklı, la destrucción continúa en Dibek, Huseynik y Karahasan. Además del aspecto militar, también se trata de dinero: los árboles talados se venden. “Esto se hace en el curso de la política de guerra. Durante las operaciones militares en Kurdistán se destruyen los bosques, tanto antes como después. El año pasado, dimos a conocer los incendios forestales en Lice a través de las redes sociales. Tras fuertes protestas, sólo se enviaron dos camiones de bomberos para combatir los incendios. Debería haber habido una intervención aérea contra los incendios, pero eso casi nunca ocurre en Kurdistán. Normalmente, los residentes locales intentan extinguir el fuego con sus propios medios, pero las autoridades suelen obstaculizarlo. El Ministerio de Agricultura y Silvicultura emitió un informe el año pasado según el que se habían producido incendios forestales en 19 regiones, pero del incendio de Lice, que duró días, no se dijo ni una palabra. De ello se deduce que existe una política especial contra la naturaleza de Kurdistán”, ha denunciado Işıklı.
Işıklı ha señalado que los árboles de Lice se arrancan con máquinas de trabajo: “Hay una pequeña montaña en Dibek. A ambos lados de la montaña, los árboles son arrancados de raíz. No queda ningún árbol en pie en la región. Esto se aplica no sólo a las zonas públicas, sino también a las de propiedad privada. Se están arancando los árboles con cuatro máquinas desde hace días. Como Alianza Hevsel y organizaciones de la sociedad civil de Amed, queríamos ir a la región, pero nos lo prohibieron. El objetivo de estas acciones es despoblar la región. En la región del monte Cudi, los árboles fueron cortados y vendidos por el administrador público tras las operaciones militares de hace seis meses. Ya no hay bosques en el monte Cudi. Los terebintales, que son una fuente de ingresos para la población, también han sido arrancados, con raíces y todo. Los bosques están ahí para todos nosotros y, por tanto, todo el mundo debería trabajar para preservarlos”.
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