La región de Jazira, un ejemplo de coexistencia de pueblos

La región de Jazira, en el norte y este de Siria, es conocida como un mosaico de pueblos. Están juntos y luchan unidos contra los ataques de la invasión.

La región de Jazira, en el norte y este de Siria, es conocida como un mosaico de pueblos. Los pueblos de la región, que llevan las huellas de todas las partes de Siria, viven juntos en numerosos asentamientos. Los pueblos, que luchan juntos contra los ataques a la región, siguen tejiendo la vida en común.

La armonía entre kurdos y asirios en Tirbespiye llama la atención. Los dos pueblos, que viven juntos en consonancia y sin conflictos, han aplicado plenamente el modelo de vida común e igualitario. Las aldeas de Til Cihan, Şelhomiye, Miherkan, Mela Ebas están entre aquellas donde se puede ver esta exitosa coexistencia.

El sirio Semîr Keta, que vive en la aldea de Tıl Cihan, a 10 km al oeste de Tirbespiye, declaró a ANHA: "Hemos estado viviendo juntos con los kurdos desde nuestros abuelos. Los que vienen al pueblo no pueden distinguir entre sirios y kurdos. Seguimos viviendo felices juntos".

Ehmed Sefok, otro residente de la aldea, añadió: "Nuestra aldea es un ejemplo de coexistencia. "Todos los pueblos viven unidos sin problemas".

El pueblo de Tıl Cihan, situado cerca de la frontera de Kurdistán del Norte, fue víctima en numerosas ocasiones de los ataques del Estado turco invasor.

Edna Kenco, una de las residentes, señaló: "Vivimos en un pueblo cerca de la frontera con Turquía. Nuestro destino es uno solo. Vivimos implementando una vida común en todos los ámbitos, nos regocijamos unidos en nuestro día feliz, y nos sentimos tristes todos juntos en nuestro luto. Sería muy difícil para nosotros separarnos".

En el pueblo de Şelhumiye, al norte de Tirbespiye, los kurdos y asirios son un ejemplo de cohesión social. Los residentes de la aldea se ayudan unos a otros, y las soluciones se encuentran actuando juntos en caso de problemas. Por ejemplo, un kurdo llamado Ebas Şêxî donó voluntariamente parte de su tierra a los asirios para construir una nueva iglesia.

Hablando de la vida común en el pueblo, Ebas Şêxî declaró: "Mi abuela luchó contra las fuerzas otomanas contra el genocidio de los asirios en 1915. En 1930, construimos una iglesia para los asirios en Tirbespiye y la abrimos al culto. En 1950, mi padre ayudó a los asirios y restauró sus viejas iglesias".

Defendiendo que el gobierno sirio y el estado turco tratan de propagar la lucha entre los pueblos del norte y el este de Siria, Ebas Şêxî añadió: "La historia común de kurdos, árabes y asirios es mayor que la de aquellos que tratan de llevar a estos pueblos unos contra otros. Nuestra sangre fluyó junta para proteger nuestra tierra, aprendimos el idioma de cada uno y hablamos, vivimos el mismo destino en las mismas tierras".