Una historia de Raqqa

Al igual que miles de personas de Raqqa, Najhim al-Shawagh luchó por la liberación del gobierno de ISIS. Perdió una pierna y ahora cose ropa para el SDF.

Najim al-Shawagh nació en Raqqa en 1989 y tiene tres hijos. Él es un sastre y mantiene a su familia con su trabajo. Su primer enfrentamiento después de la ocupación de la ciudad por el llamado Estado Islámico (ISIS) se produjo cuando los islamistas prohibieron su trabajo.

Bajo la regla de ISIS, hubo un sufrimiento para el cual no hay palabras, dice Najim al-Shawagh: "Era como vivir en un ataúd."

Al igual que las otras personas en Raqqa, tuvo que presenciar las acciones inhumanas del ISIS. Las personas fueron decapitadas, apedreadas y secuestradas, sus pertenencias confiscadas. Al-Shawagh recuerda experiencias drásticas: "Los yihadistas decapitaron a un pariente mío porque era maestra. De acuerdo con las reglas de ISIS, a las mujeres no se les permite trabajar en absoluto. Un ginecólogo fue arrojado a un pozo y drogado en él. La única La razón era que trataba a las mujeres. Para los islamistas era un crimen como el adulterio."

Al-Shawagh quería salvar a su familia y decidió unirse a las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF) durante la ofensiva para liberar a Raqqa. A medida que las unidades de las SDF avanzaban hacia la ciudad, logró escapar de Raqqa. Siete meses más tarde, regresó como luchador de la SDF y participó en las batallas en la ciudad de Raqqa, donde las calles se liberaron del ISIS una por una. En un día de intensos combates, al-Shawagh entró con otros combatientes en un edificio en el que los yihadistas habían colocado una bomba. Hubo una explosión y al-Shawagh perdió una pierna.

La lucha contra ISIS solo es posible con una fuerte voluntad, subraya Al-Shawagh. "Perdí una pierna en esta lucha, pero mi sueño de derrotar al ISIS se ha hecho realidad. Este es nuestro país. Si no sacrificamos nuestras vidas por nuestro país, ¿quién más lo hará? Nunca he sentido remordimientos y vivo con dignidad."

Al-Shawagh también señala la importancia de las unidades de defensa de las mujeres YPJ y dice: "Han liderado una lucha santa y, por lo tanto, han creado la paz."

Al-Shawagh refuta la afirmación del estado turco de que las SDF habían forzado el reclutamiento: "Al igual que miles de otros jóvenes, me ofrecí voluntario para unirme a SDF. Más tarde, a petición de la población y los líderes de opinión de la región, se creó un consejo militar establecido en la ciudad."

Según la filosofía de Abdullah Öcalan, todas las heridas podrían curarse con el tiempo, dice: "Nosotros somos los que liberamos la ciudad y la reconstruiremos."

Najim al-Shawagh es un veterano de guerra, pero continúa su lucha cosiendo ropa para las SDF.