Las huelgas de hambre contra la tortura se están extendiendo en las cárceles de Turquía y el Kurdistán. Los presos de la Prisión de Alta Seguridad nº 1 de Diyarbakır han iniciado ahora una huelga de hambre contra las violaciones de derechos en la cárcel. Han informado de que la huelga de hambre durará tres días.
Beran Eman, de 23 años, que fue detenido cuando era niño y condenado a 35 años y 10 meses durante el toque de queda declarado el 14 de marzo de 2016 en Nusaybin, en la provincia de Mardin, ha hablado de lo ocurrido en la llamada telefónica semanal con su familia.
Presos torturados y amenazados
Eman ha dicho que la tortura se ha aplicado con bastante fuerza últimamente, y ha añadido que cuando los guardias registraron la celda sin alegar motivos se enzarzaron con los presos y los amenazaron, diciéndoles: ‘Veréis el poder del Estado’.
Eman ha contado que los guardias han aumentado sus prácticas arbitrarias en la prisión recientemente, y ha subrayado que los presos del bloque C, Ümit Özkan, Mehmet Kasım Aslan y Doğan Özbahçeci, fueron sacados del pabellón por docenas de guardias y torturados en puntos ciegos donde las cámaras no tenían visión.
Eman ha señalado que lejos de conseguir partes de lesiones, lo que los presos consiguieron fueron informes de agresión, tras lo que fueron enviados a diferentes pabellones después de haber sido torturados.
Eman ha informado de que todos los detenidos de la prisión han iniciado una huelga de hambre de tres días con el fin de lanzar una advertencia tras lo ocurrido, y ha añadido que si la tortura no cesa, la huelga de hambre se convertirá en una acción indefinida.
Llamamiento a las organizaciones de derechos
Eman ha hecho también un llamamiento al Colegio de Abogados de Amed, a la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD) y a la Asociación de Derechos Humanos (IHD), y les ha pedido que envíen delegaciones a la prisión para constatar de primera mano lo que está ocurriendo.