Durante dos días se han producido protestas en todo Irán y en Rojhilat (Kurdistán Oriental), a las que el régimen iraní reacciona con violencia. Según la información de que se dispone hasta la fecha, al menos seis personas han perdido la vida a causa de la violencia de las fuerzas de seguridad. Otras muchas personas resultaron heridas.
Se dice que las fuerzas de seguridad iraníes han disparado munición real a las multitudes que protestaban en muchos lugares. Durante las manifestaciones, se incendiaron sucursales bancarias en varios lugares. En Teherán, un edificio administrativo y una base para las milicias Basij también se habrían quemado.
Para frenar las protestas, el régimen también cortó Internet en grandes ciudades como Mashad, Kermanshah, Ahvaz, Shiraz y Marivan.
Las protestas fueron provocadas por el drástico aumento de los precios de la gasolina en el país. Según esto, los iraníes sólo pueden llenar 60 litros de gasolina al mes por el precio anterior. Para los que repostan más de 60 litros, los precios de la gasolina suben a casi tres veces el nivel de precios anterior.