Turquía apunta a los bosques como parte de su ataque a la identidad kurda

En los últimos años, la actividad maderera ha destruido por completo bosques que ya habían sufrido daños irrecuperables debido a años de explotación minera y a los efectos incendiarios de las operaciones militares.

Parece haber un intento deliberado por parte del gobierno turco de erradicar todo lo asociado a la identidad kurda, afirmó el miércoles pasado Ahmet Başak, integrante del Partido de la Izquierda Verde (YSP).

El representante del partido pro-kurdo llamó la atención sobre la aceleración de la deforestación en el sureste de Turquía, de mayoría kurda, desde 2019, en particular en las provincias de Şırnak (Şırnex) y en la vecina región de Besta.

La tala con fines militares, que Turquía justifica como parte de los esfuerzos antiterroristas, comenzó hace dos años dentro de la zona del monte Cudi. En los últimos años, la actividad maderera ha destruido por completo bosques que ya habían sufrido daños irrecuperables debido a años de explotación minera y a los efectos incendiarios de las operaciones militares.

Başak evocó recuerdos de la década de 1990, cuando las fuerzas de seguridad turcas incendiaron bosques y aldeas durante el punto álgido del conflicto kurdo. “Antes quemaban, ahora también talan”, resumió el miembro del YSP, que comparó la política estatal de deforestación con una forma encubierta de guerra. La deforestación actual afecta a zonas militares restringidas donde se incendiaron y evacuaron pueblos en la década de 1990.

Las operaciones de tala de árboles también han provocado incendios forestales en varias zonas. El incendio más reciente se produjo en un pueblo del distrito de Baykan (Hawêl), en Şırnak, y fue extinguido al cabo de 15 horas. Los informes indican que el incendio se inició cuando una colilla de cigarrillo tirada prendió las llamas.

Durante una inspección sobre el terreno de las zonas deforestadas y afectadas por el fuego, Sabahat Erdoğan Sarıtaş, diputado del YSP, señaló que el pueblo de Omyanis, en la región de Besta, que llegó a albergar a más de 100 hogares, se ha reducido a sólo 12 familias, debido a la presión estatal.

Sarıtaş destacó los diversos problemas a los que se enfrentan los aldeanos, desde el acceso al agua potable hasta cuestiones de alcantarillado e infraestructuras. “La región se está despoblando –advirtió-. Aunque no se les expulse a la fuerza como en la década de 1990 mediante la quema de aldeas, se les está dejando sin espacio vital y se les está coaccionando para que emigren”.

Fuente: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina