Más de 50 presas condenadas disciplinariamente por cantar una canción kurda

En la cárcel de mujeres de Sincan, la ex diputada del HDP Ayla Akat Ata y otras cincuenta mujeres han sido condenadas disciplinariamente por cantar canciones kurdas, bailarlas y gritar consignas.

La política encarcelada Ayla Akat Ata y otras cincuenta mujeres del complejo penitenciario de Sincan, en Ankara, han sido condenadas disciplinariamente por cantar y bailar canciones kurdas el 15 de agosto. El castigo varía entre la restricción de medios de comunicación como cartas o llamadas telefónicas y la prohibición de visitas durante un mes para cada una. A tres presos, Hanım Yıldırım, Jiyan Ateş y Rojdan Erez, se les anuló la libertad anticipada debido al proceso.

Dos empleados de la prisión comparecieron como testigos en el procedimiento disciplinario, pero sólo pudieron declarar que "se recitaron textos kurdos en voz alta". En sus declaraciones no se indica el contenido de los textos. Los presos han recurrido la sanción disciplinaria y defienden que cantar y bailar no constituye una infracción penal. Para ello, trasladaron las correspondientes sentencias del Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

En una audiencia ante el tribunal de la prisión, el preso Dilber Tanrikulu declaró: "Somos kurdas. Aunque nos maten o nos castiguen, seguiremos defendiendo que nuestra lengua materna es el kurdo".

Ayla Akat Ata declaró en la vista: "Ese día grité 'Bijî Serok Apo' [Viva el líder Öcalan]. Lo he hecho antes y seguiré haciéndolo. Estoy convencida de que se producirá un proceso de solución democrática y Abdullah Öcalan contribuirá a este".

Ata, activista desde hace mucho tiempo en el movimiento de mujeres kurdas, es también abogada. Fue diputada por el HDP y es miembro fundador de la Asociación de Mujeres Rosa de Amed (Diyarbakir). En mayo del año pasado, fue detenida junto con otras decenas de personas en el marco de la represión contra la asociación de mujeres y posteriormente puesta en libertad en condiciones de denuncia. Desde octubre de 2020, vuelve a estar en prisión, esta vez por las "investigaciones de Kobanê".

Si el tribunal de ejecución no anula las sentencias disciplinarias impuestas, las 51 mujeres quieren llevar el procedimiento de apelación a la siguiente instancia superior. Las mujeres afectadas son Alev Yarar, Ayşe Topçu, Fatma Aslan, Leyla Uyanık, Mahide Şahin, Mehtap Kıyar, Nevroz Müçel, Nilüfer Şahin, Sariye Taikesen, Simanur Pamuk, Zerrin Yılmaz, Zeynep Sipcik, Arjin Yüksekbağ, Ayla Akat Ata, Dilan Aslan, Ayşe Yağcı, Berin Sarı, Bermal Birtek, Bircan Yorulmaz, Demet Resuloğlu, Dilan Oynaş, Dilber Tanrıkulu, Dilek Hatipoğlu, Dilek Yağlı, Elif Çetinbaş, Gülşan Adet, Hanım Yıldırım, Hicran Binici, Jiyan Ateş, Melike Kaya, Melike Göksu, Meryem Adıbelli, Mukaddes Kubilay, Mukaddes Kabak, Necla Yıldız, Nedime Yaklav, Nuriye Adet, Pervin Oduncu, Pınar Tikit, Rihan Kavak Özbek, Rojdan Erez, Rozerin Kurt, Saadet Akın, Sabite Ekinci, Sedef Demir, Selver İspir, Şermin Demirdağ, Özlem Demir, Süheyla Taş, Zeynep Bingöl y Servin Karakoç.