Sabri Ok, miembro del Consejo Ejecutivo de KCK, habló sobre la reanudación de la guerra en Siria y los intereses de las fuerzas hegemónicas detrás de ella.

La guerra en Oriente Medio se ha agudizado con los ataques entre Hamás e Israel. Ha llegado al Líbano y ahora ha llegado a Siria. Siria se ha convertido de nuevo en una zona de guerra. ¿Con qué finalidad se ha desarrollado esta guerra en Siria? ¿Qué papeles y misiones desempeñan las fuerzas en estos ataques?

Estamos hablando de una cuestión muy compleja. Hace cientos de años, muchos Estados no se crearon sin ningún propósito o en vano. Estos Estados no se crearon por voluntad de la comunidad árabe. Los Estados-nación se crearon en función de objetivos, estrategias e intereses.

Las potencias hegemónicas han creado Estados nacionales en Oriente Medio para que haya guerra, muerte y matanzas entre sí, para que no sean fuertes, para que no lleguen a la verdad. La parte de los kurdos es que la cuestión kurda no está resuelta y el Kurdistán está dividido en cuatro partes. Esta estrategia ha caducado. Habrá cambios. Estos cambios vendrán de la mano de las fuerzas democráticas y de la sociedad, que es por lo que se está luchando.

El paradigma de Rêber Apo [Abdullah Öcalan] es el que marca la pauta en este sentido. O bien las potencias hegemónicas y la modernidad capitalista realizan cambios en función de sus intereses a largo plazo. Los ataques entre Israel y Hamás lleva más de un año en curso; no se ha localizado ni limitado a Gaza, Palestina e Israel. El conflicto ha ido creciendo día a día y, poco a poco, otras potencias se han involucrado. Israel, con el apoyo de las potencias hegemónicas, especialmente de Estados Unidos, ha asestado un duro golpe a Hamás. Podemos ver la situación del pueblo palestino ahora. Después, Israel ha atacado a Hezbolá. Una vez más, con la ayuda de las fuerzas internacionales y la tecnología más avanzada, ha asestado duros golpes. Parece que han diseñado el Líbano según sus propios intereses. Estados Unidos, Gran Bretaña y, en general, Europa e Israel han neutralizado a Hezbolá en el Líbano para impedir que ponga en peligro los intereses estadounidenses e israelíes.

La situación en Siria está relacionada con esto. El régimen sirio fue atacado, Hezbolá fue atacado y atacaron a Irán, por lo que Irán ya no puede desempeñar un papel en Siria como solía hacerlo. El Estado turco siempre está buscando una oportunidad. Está calculando cómo hacer que sus planes para Siria tengan éxito. El Estado turco ha apoyado a decenas de miles de miembros de grupos y mercenarios del ISIS y sus versiones en Idlib, en suelo sirio. La mayoría de los HTS son esencialmente miembros del ISIS. El Estado turco dice que debe preservarse la integridad territorial en Siria, pero ha ocupado tres quintas partes del territorio sirio. No solo lo ha ocupado, sino que también lo ha anexado. Ha llevado allí su propio sistema estatal. Ha abierto escuelas, distritos administrativos, gobernadores y gobernadores, y lo ha anexado en todos los sentidos. Bahceli también dijo hace un par de días que Alepo es una ciudad turca. Esta mentalidad otomana todavía ve a las sociedades de Oriente Medio como sus provincias y se acerca a ellas de manera condescendiente.

Por un lado, aseguran que defienden la integridad territorial de Siria, pero por otro lado, ocupan tres quintas partes de ella. Dicen que no quieren crisis ni caos, pero estas crisis y caos son provocados por grupos dirigidos por el Estado turco. Hacen lo contrario de lo que dicen. El Estado turco decía que Israel se estaba preparando para un ataque al territorio sirio, pero está claro que ellos mismos se han preparado para ello. Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel mantuvieron conversaciones con el Estado turco. No sabemos si planearon estos ataques juntos, pero el Estado turco tiene cálculos sobre Siria. No está claro cómo resultará Siria. Es una situación extraordinaria. Desde el comienzo de la guerra en Siria, hemos basado la lucha en el paradigma de Rêber Apo. Nos hemos basado en todas las sociedades, identidades y creencias, en vivir juntos sobre la base de una nación democrática, evitar el nacionalismo y construir juntos una vida democrática.

Rojava ha tomado una postura seria sobre este tema. La administración siempre ha dicho que no está a favor de la desintegración de Siria. Quieren vivir juntos en una Siria democrática. Kurdos, árabes, cristianos, asirios y turcomanos deben vivir todos juntos. Este es el enfoque correcto. Pero la mentalidad del estado nacional no ve el enfoque positivo y democrático de Rojava y no le da importancia. El régimen siempre insistió en sí mismo. Rusia no jugó un papel completo; Irán lo intentó, pero o su poder no fue suficiente o hubo otros obstáculos, por lo que no pudo obtener resultados. El terreno para un ataque de este tipo en Siria estaba preparado. Antes de los ataques, Erdoğan declaró que estaba dispuesto a negociar con Asad. Ahora está diciendo nuevamente que está abierto a las conversaciones. Lo que básicamente está diciendo ahora es que han logrado golpear a Asad; está herido y, por lo tanto, ahora debe entrar en negociaciones. Lo están obligando a negociar.

En general, las potencias internacionales aspiran a crear una Siria sin voluntad propia, una que acepte el sistema existente y se sirva a él. El Estado turco también quiere una Siria que les convenga. No está claro cómo evolucionará la situación. Por muy tarde que sea, Siria debe poner en práctica de inmediato un modelo en el que todas las culturas, identidades, creencias y naciones puedan vivir juntas sobre la base de una nación democrática. Es la única manera de encontrar una solución. Si no se hace así, el Estado sirio sufrirá. No seguirá así; seguramente habrá un cambio. Lo que queremos y lo que es correcto es que el Estado sirio reconozca esta realidad, abra los oídos y los ojos que ha cerrado hasta ahora y trabaje para encontrar una solución. Si no lo hace, es difícil calcular hacia dónde irá Siria. El Estado turco utilizará a estos grupos al máximo.

Pero hay más. Hay que recordar cómo el ISIS entró en Siria desde Mosul con camiones, tanques y todo tipo de armas pesadas ante los ojos de todos. Se convirtieron en una plaga para Rojava. La gente de Rojava, especialmente la gente de Kobane, opuso una gran resistencia; las potencias internacionales apuntaron al ISIS y, finalmente, su voluntad fue quebrantada en gran medida. El destino de HTS será el mismo. En este momento, están siendo apoyados y organizados, y están conquistando espacio, pero serán dejados de lado. También se convertirán en una plaga para el Estado turco. Después de todo, Siria es un país diferente; el Estado turco no siempre puede establecer su agenda y ajustarla. No tienen ni el poder ni la sabiduría para eso. La solución para el Estado turco es negociar con Rêber Apo para resolver la cuestión kurda y sus problemas internos.

Si se analizan los cien años de historia del Estado turco, se puede ver que por primera vez no tiene ningún papel en Oriente Medio, que está excluido de los planes de las potencias hegemónicas. Por el contrario, por primera vez el pueblo kurdo ha sido un factor importante. En todas partes los kurdos son fuertes. Donde no hay un consentimiento kurdo, no es posible ningún cambio en nombre de la democracia y de una solución. Es cierto que existen peligros, pero también muchas oportunidades. Si el pueblo kurdo y sus fuerzas tienen la voluntad y toman las medidas necesarias a tiempo, pueden desempeñar un papel muy importante en el futuro. Pero el Estado turco no tiene esa oportunidad. No puede determinar su futuro sólo con el ISIS.

Las reuniones de Astaná se organizaron para resolver los problemas en Siria, pero con la aparición de estos ataques quedó claro que los implicados se estaban minando mutuamente por la espalda. ¿Cómo valora esto?

Hasta donde yo sé, antes de Astaná en 2016, Rojava quería desarrollar una solución con el estado sirio, Irán y Rusia para mantener conversaciones y encontrar una manera de avanzar. Querían trabajar honestamente. Rusia incluso aceptó que Siria, Rojava y Rusia debían unirse para resolver este problema, como en el formato de Astaná. Pero luego el estado turco intervino y se reunió con los rusos al día siguiente e hizo algunas concesiones, y el enfoque cambió. Entonces nació Astaná. Rusia, Irán y Turquía, e indirectamente, Siria. Cada uno de ellos tenía como objetivo debilitar al otro. Ninguno de ellos confiaba en el otro.

Rusia sabe perfectamente lo que significa la adhesión de Turquía a la OTAN. Además, Irán y el Estado turco hasta ahora sólo se han llevado bien en la cuestión kurda, pero por lo demás tienen serios problemas entre sí en todos los demás aspectos. Nunca han confiado el uno en el otro y sus intereses rara vez coinciden. Por eso han intentado socavarse mutuamente en Astaná. Hasta cierto punto han caminado juntos, pero todo ha salido a la luz, sobre todo en los últimos días. Por ejemplo, Rusia e Irán ven las relaciones del Estado turco con Ucrania y la atención que Estados Unidos y Europa prestan a Turquía debido a su pertenencia a la OTAN. Irán es muy consciente de los cálculos del Estado turco con respecto a los azerbaiyanos y sus cálculos con respecto a los problemas internos de Irán. No tienen la misma opinión sobre Siria. Ni Siria ni Rusia podrían tolerar la ocupación del territorio sirio. Las conversaciones de Astaná no se basaron en principios ni en las estrategias adecuadas. El Estado turco y sus miles de grupos ocuparon el territorio sirio siendo miembro de la OTAN. Siria y Rusia no querían luchar y eliminar al Estado turco, por lo que el Estado turco quería aprovechar la oportunidad y crear hechos.

Durante un tiempo se ha seguido esta política, pero ahora todo el mundo está analizando la situación para evaluar quién ha sido engañado y cómo, qué tipo de juegos ha jugado Turquía, qué esperan Irán y Rusia y qué han obtenido finalmente. Nunca ha existido el espíritu de Astaná. El resurgimiento de Astaná no será tan fácil. De todos modos, no se han logrado resultados. Ningún problema en Siria se puede resolver con la mentalidad de Astaná. En cambio, deberían ver la realidad, la verdad. Los problemas internos de Siria sólo se pueden resolver dentro de la sociedad siria desde la perspectiva de una nación democrática. La sociedad y las organizaciones estarán preparadas para ello, y el Estado sirio, por muy tarde que sea, debe pensar con claridad, pensar estratégicamente y tomar la decisión urgente de actuar en conjunto.