La noche del miércoles tuvieron lugar dos ataques racistas en dos bares de Hanau. Nueve personas, entre ellas 5 kurdos, perdieron la vida. Otras cinco permanecen gravemente heridas.

El KCDK-E ha declarado en un comunicado: “La mayoría de quienes han perdido la vida en la masacre migraron a Alemania a causa de la represión y la violencia del Estado turco”.

Y añade: “Otros ataques similares han sido llevados a cabo en las ciudades de Kassel y Turgen en Alemania. Las políticas antiinmigración incitan a los partidos racistas en los países europeos, incluso en Alemania. Estos grupos se han envalentonado con estas políticas y por el hecho de que los gobiernos no han tomado las precauciones necesarias contra estas organizaciones”.

El KCDK-E ha subrayado que en numerosos comunicados anteriores “invitamos a los gobiernos europeos y alemán a tomar precauciones, y criticamos y alertamos sobre este tipo de medidas y políticas”.

Y continúa: “Como kurdos, que constantemente experimentan la realidad de la guerra y el fascismo, hemos expresado siempre nuestras reacciones actuando con sensibilidad en este sentido”.

Repetimos nuestras advertencias en esta materia con el fin de no permitir que continúen las políticas fascistas y racistas que intensifican el odio entre los pueblos, y hacemos un llamamiento a todos los países europeos, especialmente al gobierno alemán, para que tomen medidas más eficaces a este respecto”.

El KCDK-E ha condenado los ataques y ha hecho un llamamiento público para participar en las manifestaciones que se llevarán a cabo en varias ciudades europeas el sábado 22 de febrero.