El colectivo de mujeres con sede en México Colectiva Las Compas envió una carta al Movimiento de Libertad de Mujeres del Kurdistán y al pueblo de Rojava.
En una carta enviada por compañeras del Movimiento de Mujeres del Kurdistán en Abya Yala, el Colectivo expresó su felicidad tras conocer que el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan se encuentra bien de salud, pero que están muy enojadas por el hecho de que el Estado turco siga manteniendo a Öcalan aislado y bajo tortura constante. “Por esta razón, junto con ustedes, nuestras compañeras, seguiremos exigiendo su libertad”, decía la carta, que además incluía lo siguiente:
“Vemos también que los bombardeos del Estado fascista turco se han intensificado para destruir la lucha del pueblo kurdo por la libertad y la experiencia de la Administración Autónoma en Rojava, que ha despertado la esperanza de todos los pueblos. También nos vemos en esta barbarie. Hoy en día, también en México se está produciendo una masacre. Con la ayuda del gobierno, la guerra, que supuestamente parece ser entre los cárteles de la droga, se está librando en esencia contra nuestros pueblos. En este contexto, aumentan los asesinatos de líderes indígenas, defensores de derechos humanos y periodistas que protegen la tierra. El Estado mexicano y sus bandas están armando a la fuerza a los jóvenes. Con estas presiones, obligan a las personas a huir y abandonar sus territorios. Así, están tratando de destruir la autonomía zapatista y la resistencia de los pueblos indígenas, que es la esperanza para nuestra región. Los zapatistas tienen una nueva generación de jóvenes y niños que están entrenados para construir un mundo nuevo; quieren eliminarlos.
El mismo monstruo de mil cabezas (Hidra) nos persigue por todo el mundo, pero no puede destruirnos. Estamos indignados por todo el sufrimiento que nos ha hecho llorar en Rojava, Chiapas y muchos otros lugares. Sabemos que la fuente de todos los desastres que estamos viviendo es este maldito sistema capitalista patriarcal. Vemos que este monstruo intenta neutralizar nuestra resistencia creando en nosotros una sensación de impotencia. Pero en esos momentos, recurrimos a vuestra lucha y sacamos fuerza y energía de vuestra lucha y resistencia. Vuestra lucha insistiendo en el amor, el honor y la libre coexistencia en medio del mal y la guerra es una fuente de inspiración para nosotros.
Y aquí estamos. Estamos con ustedes en nuestros territorios, en los espacios de las comunidades indígenas, en las ciudades y en los suburbios”.
El colectivo concluyó su carta recordando las palabras de Bety Cariño, la pionera asesinada en México: “Como dice nuestra hermana y compañera Bety Cariño, ‘sembramos sueños y cosechamos esperanza’ y les enviamos nuestro amor, nuestra energía de resistencia y rebeldía a través de esta carta. Libertad para Öcalan, Jin, Jiyan, Azadi”.