Siguen las protestas de rechazo a las políticas sociales implementadas por el régimen de Sebastián Piñera en Chile, que exigen su dimisión.

El estallido social comenzó el pasado 18 de octubre cuando los estudiantes se movilizaron para protestar por el incremento del billete de metro y los Carabineros, la policía militar, cargó brutalmente contra ellos.

Dadas las demandas de la gente, el gobierno elaboró una agenda social con mejoras parciales para algunos sectores de la sociedad civil. Y aún así, el régimen no cumplió con sus promesas.

Según el último informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile, desde el pasado 6 de diciembre se han registrado 3.449 heridos, alrededor de 352 con lesiones oculares, 331 con traumatismo, y 1.983 con disparos.

De estos, 1.554 recibieron el impacto de perdigones, 198 de objetos sin identificar, 180 de balines y 51 de bala. Pese a las denuncias presentadas, el régimen de Piñera sigue reprimiendo las protestas y engrosando las violaciones de los derechos humanos en Chile.