El sábado se han organizado manifestaciones en 16 ciudades alrededor del mundo contra la represa de Ilısu, en el río Tigris, una de las represas más polémicas del mundo. Si se completa el proyecto de la represa y la central hidroeléctrica, con sus graves impactos sociales, ecológicos, culturales y aguas abajo, se convertiría en un desastre a gran escala.

Con la consigna "Estamos aquí para defender Hasankeyf y el río Tigris, así defender la vida!", la manifestación central se llevó a cabo en Hasankeyf de 12.000 años de edad y en el río Tigris. Miembros de 50 organizaciones civiles de Estambul, que crearon hace dos semanas un nuevo bloque llamado "Voluntarios para Hasankeyf", así como decenas de organizaciones civiles de la región kurda viajaron a Hasankeyf, para reunirse con activistas locales de la Iniciativa para Mantener Hasankeyf Vivo (HYG) y la gente de Hasankeyf. No han sido intimidados por el estado de emergencia y el conflicto armado en curso en las montañas cercanas. La presencia de la policía nunca fue tan intensa como hoy, filmó a todo el mundo a unirse a la declaración de prensa.

El domingo, la campaña Salva el Tigris y los pantanos iraquíes, organizó las dos primeras acciones en las ciudades iraquíes de Bagdad y Najaf que también sufrirían de la Presa de Ilısu y el sábado un grupo protestó en Silemani, Kurdistán Meridional. El Tigris es crucial para el abastecimiento de agua potable y la agricultura de la mayoría de la gente de Irak. La gente de Irán mostró solidaridad a través de las redes sociales; en primavera varias ONG iraníes iniciaron una petición al Secretario General de la ONU contra el Proyecto Ilısu.

La gente de Hasankeyf informó a los Voluntarios de Hasankeyf que la reubicación a New-Hasankeyf, a sólo 2 km al norte de distancia, terminaría por ellos sin medidas para la restauración de los ingresos. En realidad, hasta 80.000 personas, principalmente kurdos, en 199 aldeas se enfrentan a este riesgo. Estas personas viven durante décadas con el excepcional patrimonio cultural de Hasankeyf y el valle del Tigris que lo rodea, que incluye 400 sitios arqueológicos casi no excavados. No es por casualidad que los expertos afirman que Hasankeyf cumplen 9 de 10 criterios de la Unesco.

"El mundo mira sin reaccionar cómo se planea inundar uno de los sitios culturales más importantes de la historia humana. Hasankeyf es nuestra identidad. Luchamos contra este proyecto durante casi 20 años, pero este gobierno no escucha a nadie en nuestro país ", dijo Ridvan Turan, un residente y agregó: "¡Es hora de que la cultura mundial sea defendida por la comunidad global! Hasankeyf tiene un fuerte valor simbólico para la gente en la región más grande".

Es por eso que por segunda vez un día de acción global ha sido declarado por el HYG. La gente en 16 ciudades siguió este llamado. De Irak a muchos lugares en Europa: Roma, Bilbao, Brighton / Reino Unido, Ginebra, Berlín, Hamburgo, Frankfurt, Hannover, Munich, Kaspach, Viena e incluso en Port Townsend en Washington; enBarcelona estaba planeada, pero tuvo que ser cancelada debido a la situación política.

El gobierno turco dice que la presa está casi terminada. Pero, en opinión de los activistas y de las personas afectadas, no es demasiado tarde para reconsiderar. El turismo combinado con la conservación del patrimonio cultural y natural, tendría un beneficio económico mayor para las áreas afectadas y para todo el estado. La gente no quiere este proyecto de "desarrollo" impuesto que es beneficioso sólo para el gobierno y algunas empresas.

"No es exagerado decir que la sumergencia planeada de Hasankeyf está en la misma línea como la destrucción de Palmyra en Siria por el Estado Islámico, y los templos de Buda en Afganistán por los talibanes igualmente terroristas. La mentalidad del gobierno turco está cerca", dijo la Iniciativa para Mantener Hasankeyf Vivo, sobre la destrucción planificada de la antigua ciudad.

Cuando a mediados de agosto de 2017 se utilizaron explosivos para explotar varias rocas en la ciudadela de Hasankeyf, una nueva oleada de protestas ha emergido por toda Turquía. Esta acción desencadenó el inicio de un nuevo nivel en la destrucción del patrimonio cultural y natural excepcional. También se ha iniciado la remoción del patrimonio cultural. En mayo de 2017 el primer de 9 monumentos, la tumba de Zeynel Bey, fue reubicado. Esta reubicación es denunciada por HYG y otros, porque se limita a hasta 9 de más de 300 monumentos y daña los monumentos relocalizándolos y desconectándolos de su ambiente específico.

Las protestas de la jornada de acción han sido dirigidas al gobierno turco, a la compañía austríaca Andritz (construcción de la central hidroeléctrica), y a la empresa holandesa Bresser (relocalización de monumentos), y a los bancos turcos Akbank y Garantibank. También el gobierno iraquí y las organizaciones internacionales -en particular la UNESCO- han sido criticados porque mantienen  silencio debido a intereses políticos con Turquía. HYG subrayó que: "El día de acción fue un paso más importante para continuar con la presión sobre todas las instituciones y empresas responsables. La campaña continuará sin duda ya que existe la gran responsabilidad histórica de defender la cultura y la naturaleza de tal importancia! Hasankeyf y Tigris es la vida misma!".