El co-presidente del Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (Partido DEM), Tülay Hatimoğulları, se reunió con las víctimas del terremoto en Maraş en el aniversario de los devastadores terremotos de hace un año.
Tülay Hatimoğulları visitó el cementerio de Kapıçam y luego fue a la aldea de Çiğili y escuchó los problemas de los supervivientes.
Hatimoğulları enfatizó que las casas construidas para las víctimas deben distribuirse a los ciudadanos de forma gratuita y agregó que harán los esfuerzos necesarios para garantizar que así sea.
Hatimoğulları afirmó que las víctimas del terremoto todavía vivían en condiciones difíciles: "El primer deber de un estado social es resolver los problemas de vivienda, educación y salud de los ciudadanos. No se ha tomado ninguna medida al respecto".
Tras señalar que el gobierno siguió una política discriminatoria, indicó: "Incluso cuando se distribuyó ayuda a los afectados, los hogares fueron seleccionados de manera discriminatoria".
Durante la visita se produjo en la ciudad un terremoto de magnitud 3,6. Tülay Hatimoğulları continuó su discurso: "Acabamos de experimentar otro terremoto mientras hablamos. Aquí se debe proporcionar el servicio público de la mejor manera".
Luego, la delegación visitó Narlı Cemevi (lugar de culto aleví) y observó las condiciones de vida de los supervivientes. El presidente de Cemevi, Tahir Ortaş, afirmó que todavía vivían en condiciones pobres y difíciles y que distribuían ayuda en secreto porque el Estado no toleraba su trabajo.
La última parada de la delegación fue la Organización del Distrito de Pazarcık del Partido DEM. Al reunirse con la gente aquí, Hatimoğulları recordó la pérdida de vidas en el terremoto: "Digo esto como una persona que fue testigo de primera mano del dolor de este terremoto. Lo que empeoró nuestro dolor fue que nos dejaron morir a sabiendas y voluntariamente. Era como si quisieran reducir nuestra población. Observaron nuestra muerte desde el palacio y desde Ankara".
Tülay Hatimoğulları concluyó: "La ruina más grande de este país es este propio gobierno. Condeno esta mentalidad que ha emitido amnistías de zonificación, ha prestado licitaciones para terremotos a la banda de los cinco, y ahora, cuando se dirigen a la gente y le entregan la llave, calculan un precio de al menos 3-5 millones de liras por una casa. No lo olvidaremos. Nos construiremos a nosotros mismos y a nuestra ciudad en solidaridad".