La Yihad Islámica Palestina utilizó estos dispositivos por primera vez en mayo de este año, y a finales de agosto llevó a cabo un segundo ataque. En ambos casos, dos vehículos militares israelíes fueron destruidos con precisión sin causar muertes.

El periódico israelí Yediot Ahronot subrayó que el uso de drones por parte de la resistencia “representa una gran amenaza para las fuerzas desplegadas en las zonas y ciudades circundantes a Gaza”.

Según expertos militares israelíes, los ataques con drones son la culminación de un plan
desarrollado durante años. Basta con recordar que en 2016 el ingeniero palestino Mohammed Zoari, que supuestamente dirigía un plan para el uso de drones, fue asesinado en Túnez. La prensa señaló entonces al Mosad como el autor del asesinato.

Media docena de compañías israelíes están inmersas en la búsqueda de algún tipo de defensa antiaérea contra estos pequeños dispositivos, puesto que el sistema Cúpula de Hierro erigido por las Fuerzas de Israel sólo permite la intercepción de ataques con misiles o aviones convencionales.

El uso de drones permite a la resistencia obtener localizaciones precisas de las fuerzas israelíes alrededor de Gaza y también atacarlas, todo a un bajo coste y sin provocar pérdidas entre sus filas.