El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, anunció que Estados Unidos está llevando a cabo ataques contra grupos armados pro-Irán en Irak en represalia por los recientes ataques contra tropas estadounidenses y de la Coalición en Irak y Siria.

Austin dijo: "Por orden del presidente Biden, las fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo ataques necesarios y proporcionados contra tres instalaciones utilizadas por la milicia Kataib Hezbollah, respaldada por Irán, y otros grupos afiliados a Irán en Irak.

Estos ataques de precisión son una respuesta directa a una serie de ataques en escalada contra Estados Unidos y personal de la Coalición en Irak y Siria por milicias a sueldo de Irán".

El Comando de Oriente Medio de Estados Unidos (Centcom) informó que los ataques tuvieron como objetivo ‘el cuartel general de las Brigadas de Hezbolá, así como áreas de almacenamiento y entrenamiento para cohetes, misiles y drones de ataque unidireccionales’".

Según medios locales e internacionales, los ataques tuvieron como objetivo las Brigadas de Hezbolá en la región de Jurf al-Sahr, aproximadamente a 60 kilómetros al sur de Bagdad, y la región de Al-Qaim en la vecina frontera con Siria. Según fuentes de seguridad iraquíes y de Hashd al-Shaabi, que incluye a las Brigadas de Hezbolá, dos personas murieron en el ataque en Al Qaim.

En una declaración a primera hora del miércoles, el asesor de seguridad nacional iraquí, Qassim Al-Aaraji dijo que los ataques estadounidenses no ayudaron a calmar las tensiones.

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