Tras la victoria conservadora frente a la izquierda en las elecciones locales y autonómicas, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció sorpresivamente que se celebrarían elecciones generales el 23 de julio.
Sánchez presentó su decisión de disolver el parlamento y celebrar elecciones generales al Rey VI. Felipe. Se suponía que se harían a finales de año.
Sánchez declaró: “Tomé esta decisión en base a los resultados de las elecciones de ayer. Como jefe de Gobierno y secretario del Partido Socialista, acepto los resultados y creo que es necesario responder y someter nuestro mandato democrático a la voluntad del pueblo”.
El Partido Socialista sufrió fuertes pérdidas en las elecciones locales y regionales del domingo.
El principal partido de oposición de derecha, el Partido Popular (PP), se hizo cargo de 6 de las 10 regiones gobernadas por los socialistas, ya sea directamente o en una coalición de izquierda. Entre ellos se encuentra Valencia, la región más poblada y rica del país.
El otro gran ganador de las elecciones es el partido de extrema derecha Vox. Siendo ya el tercer partido más grande en el parlamento, obtuvo más de 1,5 millones de votos (7,19%) en las elecciones locales. Así, ha duplicado sus votos en cuatro años.