Las protestas en Irak contra la corrupción entre la élite gobernante han durado unos dos meses. Hasta ahora, 450 personas han muerto y unas 20.000 han resultado heridas. A medida que se afirma que Irán está interviniendo cada vez más en el gobierno iraquí, existen sospechas de que los escuadrones de la muerte pro-iraníes están ejecutando o secuestrando deliberadamente a los manifestantes en medio de un creciente número de casos de detención forzada, amenazas y asesinatos.

Sólo en la noche del martes al miércoles se encontró el cuerpo de Ali al-Lami, padre de cinco hijos, con tres heridas de bala en la cabeza. Lami había venido al distrito de al-Shaab para participar en las protestas en la plaza Tahrir de Bagdad. El asesinato se cometió allí. Su amigo Taysir al-Atabi encontró su cuerpo con tres balas en la nuca. Culpó a "las milicias del gobierno corrupto" por el asesinato y se refirió a los escuadrones de la muerte iraníes que sirven al gobierno. Una fuente policial informó que se utilizó un arma equipada con un silenciador en el crimen. Lami había convocado protestas pacíficas a través de los medios de comunicación social poco antes de su muerte.

Lami es el tercer manifestante que ha sido víctima de una ejecución en los últimos diez días. El 2 de diciembre, Zahra Ali, de 19 años, fue secuestrada mientras distribuía folletos. Fue torturada y su cuerpo arrojado fuera de su casa en Bagdad unas horas después. Los familiares informaron que su cuerpo mostraba rastros de descargas eléctricas, golpes y fracturas.

La semana pasada, el padre de familia de 53 años, Fehim al-Tai, fue asesinado a tiros por dos agresores en una motocicleta de camino a su casa.

Desde octubre, muchos más manifestantes han sido encontrados muertos en varios lugares del país. Además, personas armadas y uniformadas han secuestrado repetidamente a personas. El estado declaró que no se sabía nada sobre estos secuestradores.

El viernes pasado, unos veinte miembros de la oposición fueron asesinados a tiros por pistoleros en Bagdad. Desde entonces, ha comenzado una nueva ola de secuestros.