El Comité de Relaciones Exteriores de la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK) emitió un comunicado sobre los últimos acontecimientos y tensiones en Kirkuk y Deir ez-Zor, que, según dijo, están directamente relacionados con las visitas del Ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, a Bagdad y Hêwler. [Erbil] del 22 al 24 de agosto.
La KCK enfatizó que: "Sólo cuando el Estado turco ponga fin incondicionalmente a su ocupación del territorio iraquí y retire sus manos de Siria y Libia podrá prevalecer la paz en general en Medio Oriente".
La declaración del Comité de Relaciones Exteriores de la KCK del jueves incluye lo siguiente:
“Irak y Siria han pasado por una gran agitación después de los ataques del ISIS y aún no se han estabilizado. Se están viendo arrastrados a un nuevo conflicto en Kirkuk y Deir ez-Zor. Está claro que las tensiones simultáneas en estas regiones no son espontáneas ni coincidentes. Estas tensiones y conflictos están directamente relacionados con las visitas del Ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, a Bagdad y Hêwler [Erbil] del 22 al 24 de agosto. De hecho, las declaraciones de Tayyip Erdoğan y Hakan Fidan sobre ambas regiones también muestran las intenciones y expectativas del Estado turco.
Mientras Hakan Fidan afirmó que el PKK inició los enfrentamientos que provocaron la muerte de 4 personas en Kirkuk, Erdoğan, a su regreso a Rusia, calificó las tensiones y enfrentamientos en Deir ez-Zor como acontecimientos oportunos, muy buenos y apropiados, confesando así su apoyo a las pandillas que iniciaron este enfrentamiento.
El Estado turco, que viola los derechos soberanos de Irak y Siria y ocupa ambos países, quiere hacer permanente su ocupación de Irak y Siria extendiéndola en el tiempo, al igual que la ocupación de Chipre en 1974. Hakan Fidan, que recurrió a Todo tipo de métodos de guerra sucia y todo tipo de provocaciones, ejecuciones extralegales y masacres en Kurdistán cuando era jefe de la inteligencia turca (MIT), las continúa en nombre de la diplomacia, esta vez con el título de ministro de Asuntos Exteriores.
Hakan Fidan y Tayyip Erdoğan, declararon Kirkuk, donde kurdos, árabes, turcomanos, asirios y armenios conviven desde hace siglos, una “patria turca” y una “ciudad turcomana”. Utilizan al PDK y a la familia Barzani para ocultar sus ambiciones ocupantes y expansionistas. En los últimos años, se ha intentado convertir a Kirkuk en el centro del MIT con todo tipo de espionaje, provocaciones, legitimación de su ocupación y posicionamiento en el Kurdistán del Sur. Kirkuk, que desde la antigüedad ha sido hogar de muchas etnias, creencias y culturas diferentes, se está convirtiendo en el centro de un nuevo conflicto debido a las provocaciones de Turquía.
El Frente Turcomano Iraquí [organización política de derecha que afirma representar al pueblo turcomano en Irak] y la administración del PDK están trabajando directamente bajo el mando de Ankara y el MIT, tratando de proporcionar legitimidad y credibilidad al Estado turco y a la dictadura de Erdoğan, que ha ninguna credibilidad ante los ojos de la sociedad iraquí y del gobierno de Bagdad. Turquía está tratando de presionar a la administración de Bagdad con el apoyo de algunas personalidades turcomanas y de la familia Barzani, a quienes ha unido y tomado bajo su control. La República Turca ocupante fascista y sus títeres quieren convertir esta magnífica ciudad, Kirkuk, rica en historia, realidad sociológica y experiencia de coexistencia de diferentes culturas, en una herramienta de poder y de su administración.
Convertir a Kirkuk en un terreno de negociación sobre el reparto de tierras y distritos, dividiéndolos en etnias y creencias, población y cálculos para obtener una parte de los ingresos del petróleo es sinónimo de convertir a Kirkuk, y por ende a Irak, en una zona de crisis permanente y desestabilizarlo.
La voluntad de los pueblos, de las comunidades pertenecientes a diferentes etnias, de diferentes grupos religiosos y de creencias, de las mujeres y los jóvenes de Kirkuk de establecer una vida juntos y en común, de vivir en paz y bienestar en Kirkuk, y la la capacidad de autogobierno es más que suficiente.
Sobre la base de estos hechos, lo primero que debe hacer todo aquel que quiera paz y tranquilidad para Kirkuk es oponerse a que el Estado turco ocupe territorio iraquí. Es necesario desmantelar los 90 puestos militares turcos en suelo iraquí. Se trata de oponerse a la creciente hegemonía política, cultural y económica de Turquía sobre el Kurdistán del Sur, que ha convertido a Hêwler en su patio trasero. Sólo cuando el Estado turco ponga fin incondicionalmente a su ocupación del territorio iraquí y retire sus manos de Siria y Libia podrá prevalecer la paz en general en Medio Oriente”.