Tras el terremoto de magnitud 7,6 en la prefectura de Ishikawa en Japón, la comunidad kurda allí instaló una cocina móvil en la ciudad de Suzu y distribuyó comidas calientes a las víctimas del terremoto.

A pesar de las duras condiciones invernales, los kurdos atendieron a unas 10.000 personas durante tres días. Los patriotas kurdos se alegraron de brindar ayuda a las víctimas del terremoto y recordaron la gran ayuda brindada por los japoneses durante el terremoto del año pasado en Kurdistán.

El público y los medios japoneses acogieron con satisfacción el trabajo solidario de los kurdos. Ayaz Çıkar, funcionario de la Asociación Cultural Kurda en Japón, afirmó que estaban contentos por la ayuda que brindaron a la región y prometieron participar en futuras ayudas financieras y trabajos de remoción de escombros.

Los esfuerzos de ayuda en el país están organizados por la oficina de Japón de la Media Luna Roja Kurda (Heyva Sor a Kurdistanê) y la Asociación Cultural Kurda en Japón.