Desde el 1 de octubre de 2019, según la declaración, se han producido manifestaciones masivas en todo el país para protestar contra la corrupción del gobierno, el alto desempleo y la insuficiencia de los servicios públicos. Estas protestas, en su inmensa mayoría pacíficas, han sido objeto de una brutal represión por parte de fuerzas estatales y no estatales, que ha causado más de 430 muertos, más de 15.000 heridos e innumerables secuestros, desapariciones y detenciones arbitrarias hasta principios de diciembre.

El llamamiento insta al Presidente iraquí Barham Salih y a las autoridades iraquíes a:

"Cumplir inmediatamente con sus obligaciones constitucionales e internacionales de proteger la libertad de reunión y la libertad de expresión, permitiendo que los manifestantes se reúnan pacíficamente sin temor a la violencia, la represión o el arresto.

El presidente Barham Salih debería iniciar conversaciones directas con los manifestantes para seleccionar a una persona independiente que forme un nuevo gobierno temporal.

Garantizar que todos los defensores de los derechos humanos y los medios de comunicación puedan operar sin restricciones, incluido el acoso judicial. Respetar plenamente la libertad de prensa y velar por que no se produzcan más ataques contra periodistas y oficinas de medios de comunicación.

Respetar y proteger el derecho de todos los iraquíes a tener acceso a Internet y a las plataformas de medios sociales.

Ordenar a la policía y a las fuerzas de seguridad que pongan fin al uso excesivo de la fuerza, incluida la fuerza letal contra los manifestantes.

Llevar a cabo investigaciones independientes, imparciales y exhaustivas de todos los casos de uso excesivo y letal de la fuerza por parte de agentes estatales y no estatales. Difundir públicamente los resultados de las investigaciones y llevar a los responsables ante la justicia de conformidad con las normas más estrictas del derecho internacional.

Poner fin a la detención y encarcelamiento arbitrarios de manifestantes pacíficos y defensores de los derechos humanos, algunos de los cuales fueron golpeados. Poner en libertad inmediata e incondicionalmente a todos los manifestantes pacíficos que han sido detenidos y proporcionar tratamiento médico a todos los que lo necesiten.

Instruir a las embajadas iraquíes en todo el mundo para que otorguen visas a los abajo firmantes y a otros miembros de la comunidad internacional para que viajen a Irak y se reúnan con los representantes de los manifestantes, la sociedad civil iraquí y el gobierno para entablar un diálogo que pueda ayudar a construir un futuro mejor para todos los iraquíes".