Hoy es el último día de la semana contra las ejecuciones en Irán. Se organizaron varias actividades en todo el mundo. Se envió un llamamiento firmado por más de 36 organizaciones de derechos humanos a gobiernos de todo el mundo, a las Naciones Unidas, a la Unión Europea y al Parlamento Europeo, exigiendo que se pusiera fin a las ejecuciones en Irán.

El llamamiento dice lo siguiente "El régimen islámico de Irán ha utilizado durante mucho tiempo las ejecuciones como medio de represión y castigo de la disidencia. Sin embargo, en los últimos años, el índice de ejecuciones ha aumentado drásticamente. Esta alarmante tendencia es especialmente evidente desde las protestas de 2022 y la trágica muerte bajo custodia de Mahsa (Jina) Amini, y más de un centenar de detenidos condenados a ejecución por cargos falsos. Sólo en 2023, las organizaciones de derechos humanos documentaron al menos 800 ejecuciones, que incluyen a personas encarceladas por cargos relacionados con drogas. La tasa indica un aumento del 30% con respecto al año anterior, lo que convierte al país en el de mayor número de ejecuciones per cápita del mundo. El índice de ejecuciones ha aumentado especialmente mientras la atención del mundo se centra en el conflicto entre Hamás e Israel, y el régimen aprovecha esta oportunidad para ejecutar a presos a diario.

El sistema judicial iraní no es justo, ya que no se respetan las garantías procesales. A los acusados de cometer un delito se les suele negar una representación legal adecuada.

El régimen recurre con frecuencia a torturar a los presos para arrancarles confesiones falsas y utiliza acusaciones infundadas contra disidentes políticos para justificar sus penas de ejecución. Un caso especialmente atroz es el del Sr. Mojahed Kourkour, condenado a ejecución por un delito que no cometió. Incluso los afligidos padres de la víctima, Kian Pirfalak, un niño de nueve años, afirmaron pública y repetidamente la inocencia de Mojahed, confirmando que Kian murió por disparos de las fuerzas de seguridad del régimen en 2022.

Instamos respetuosamente a los gobiernos de todo el mundo, a las Naciones Unidas, a la Unión Europea y al Parlamento Europeo a que adopten medidas inmediatas y tangibles para obligar al régimen iraní a anular estas sentencias de ejecución y a detener todas las ejecuciones. Creemos firmemente que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de salvaguardar el derecho a la vida y poner fin a la pena capital."