Las calles de un pequeño lugar de Colombia, Siloé, se llenaron de pronto de jóvenes y adultos curiosos.

La gente de la FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), el partido legal que los ex-guerrilleros de las FARC-EP crearon después de la firma del Acuerdo Final de Paz en noviembre de 2016, ha hecho un llamamiento a los jóvenes para que se unan y pinten un muro por la paz.

Arte por la paz es un graffiti para decir ‘detened los asesinatos’ de los líderes sociales y defensores de los derechos humanos.

La FARC ha obtenido 10 diputados en el Parlamento colombiano, pero tanto dentro como fuera, los belicistas de la derecha están tratando de reducir el Acuerdo de Paz a cenizas.

Desde el 1 de diciembre de 2016, el día acordado para la implementación del acuerdo en La Habana, 113 líderes sociales han sido asesinados por paramilitares. El Estado y el Fiscal General siguen diciendo que no existe un “patrón” en estos homicidios, pero el patrón es claro: los que están tratando de construir la paz en Colombia, después de casi medio siglo de guerra, son el blanco.

La FARC ha denunciado los intentos por cambiar drásticamente el acuerdo también dentro del Parlamento mediante cambios aprobados por la asamblea controlada por la derecha.

Los 10 diputados de la FARC intentarán detener estos cambios y, sobre todo, darán voz a las demandas de quienes abogan por la paz y rechazan el retorno a la guerra.

El nuevo presidente de Colombia, Ivan Duque, es conocido por sus vínculos con el ex-presidente y líder de la derecha, Álvaro Uribe.

La FARC ha dicho que esperaba que Duque no decidiera tirar la paz acordada a la basura. Será relevante observar cuáles serán los primeros movimientos de Duque.

Colombia y el mundo entero estarán observando.